Para muchas empresas y profesionales freelance, tener su propia infraestructura de TI puede resultar demasiado caro y complicado de gestionar. Por suerte, la infraestructura como servicio (IaaS, de Infrastructure As A Service) ofrece una alternativa accesible, permitiendo a pagar únicamente por los recursos que se utilicen a través de servicios en la nube.
Esto facilita el acceso a tecnología avanzada sin tener que invertir en servidores o hardware propio, lo que está posicionando a la IaaS como una solución imprescindible para quienes buscan optimizar los recursos tecnológicos reduciendo costes al mismo tiempo.
Qué es IaaS (Infraestructura como Servicio)
IaaS es un modelo de cloud computing o computación en la nube que permite a las empresas acceder a recursos de TI, como almacenamiento, redes y capacidad de procesamiento, a través de internet. Así, en vez de tener que invertir y mantener una infraestructura física, los usuarios alquilan estos servicios bajo demanda.
Es esto lo que hace de este servicio un recurso perfecto para empresas de todos los tamaños que necesitan flexibilidad y escalabilidad, especialmente para aquellas con fluctuaciones en sus necesidades de capacidad informática o almacenamiento. Y hablando de flexibilidad y escalabilidad, ¡no sigas leyendo sin hacerte antes con un alojamiento web de garantías para tus proyectos!
Beneficios de utilizar IaaS
El uso de IaaS ofrece grandes y numerosas ventajas.
- En primer lugar, reduce enormemente los gastos, ya que no es necesario invertir en hardware ni en su mantenimiento.
- Proporciona escalabilidad, lo que permite ajustar la capacidad de los recursos según las necesidades de cada proyecto, algo esencial para empresas en crecimiento o con picos de actividad.
- Su flexibilidad es otra de las claves de este servicio, ya que es posible acceder a la infraestructura desde cualquier lugar con una conexión a internet.
- Además, la IaaS también mejora la continuidad del negocio al ofrecer redundancia y medidas avanzadas de seguridad, que garantizan tanto la protección de datos como la recuperación ante posibles desastres.
Cómo funciona IaaS en la nube
IaaS trabaja a través de la virtualización de recursos físicos, como servidores y almacenamiento, gestionados por el proveedor de este tipo de servicios. Los usuarios solo tienen que seleccionar la cantidad de recursos que necesitan y el sistema crea versiones virtuales de ellos.
Todo el proceso se gestiona de forma automática, lo que da la sensación de estar utilizando hardware físico sin la complejidad de su gestión. Además, los proveedores de IaaS incluyen herramientas para la administración de la infraestructura, como monitoreo de rendimiento y automatización de tareas como backups y balanceo de carga.
Casos de uso de IaaS en empresas
Cada vez más empresas adoptan IaaS para diversos objetivos, desde alojar páginas web hasta ejecutar análisis de big data.
- Un caso muy conocido es el de Netflix, que migró su infraestructura a Amazon Web Services (AWS) utilizando IaaS para gestionar el ingente volumen de tráfico de su plataforma.
- Otro ejemplo es el de Airbnb, que emplea IaaS para escalar rápidamente su infraestructura en función de la demanda de sus clientes, garantizando un servicio estable para millones de usuarios en todo el mundo.
Diferencias entre IaaS, PaaS y SaaS
IaaS, PaaS y SaaS son los tres principales modelos de servicios en la nube en la actualidad, y cada uno cuenta con diferentes niveles de control y gestión.
- IaaS, de Infraestructura como Servicio, ofrece control total sobre la infraestructura, permitiendo gestionar redes, almacenamiento y servidores virtuales.
- PaaS, de Plataforma como Servicio, proporciona una plataforma lista para que los desarrolladores puedan crear aplicaciones sin tener que preocuparse por la infraestructura subyacente.
- SaaS, de Software como Servicio, entrega aplicaciones completas que el usuario puede usar sin tener que gestionar el software o la infraestructura.
Así, las principales diferencias residen en aspectos como el control y la gestión. IaaS otorga el mayor control y flexibilidad, PaaS simplifica el desarrollo al ofrecer una plataforma preconfigurada y SaaS es el modelo más simple, en el que el proveedor lo gestiona todo.
¿Cómo elegir un proveedor de IaaS?
No todos los proveedores de IaaS son iguales, por eso es importante saber en qué fijarse para elegir uno que se adapte a las necesidades de cada proyecto.
- El proveedor debe tener capacidad de adaptación al crecimiento de tu negocio.
- También, debe ofrecer medidas de seguridad de vanguardia, como cifrado de datos y control de acceso.
- Sus niveles de soporte y acuerdos de nivel de servicio (SLA) deben garantizar un tiempo de actividad adecuado.
Además, asegúrate de comparar su modelo de precios con el de otros proveedores, ¡y asegúrate de que sea transparente y acorde con tus necesidades!