El Gobierno de España, a través de la Agencia Tributaria, el órgano gestor del sistema tributario nacional, puso en marcha desde hace varios años diversas medidas que han tenido un gran impacto en el desarrollo de auditorías fiscales relacionadas con la actividad a través de Internet.
Una de las medidas más reconocidas en esta década fue la aprobación de la Ley 13/2011, de 27 de mayo, de regulación del juego, por la cual se establece “la regulación de la actividad de juego cuando se realice a través de canales electrónicos, informáticos, telemáticos e interactivos”. En este sentido, las empresas han tenido que modificar sus políticas, incluyendo la creación de páginas web adaptadas a las leyes españolas, que obligan al registro de dominios .ES para poder operar en el país.
Otro sector que han tocado con especial ahínco es el comercio electrónico y los ingresos derivados del mismo. La mayoría de empresas ofrecen en la Red productos o servicios al público con mayor o menor respeto de la legalidad vigente. La cuestión clave es que a cambio de esos productos, los clientes deben pagar y ahí es donde Hacienda está interviniendo con la normativa.
El comercio electrónico se puede definir como la compra-venta de productos y servicios a través de sistemas electrónicos, principalmente Internet.
Se ha avanzado mucho en esta materia, pero todavía hay falta de claridad a la hora de crear nuevas empresas. Mucha gente sigue haciendo preguntas sobre los pasos que se deben dar para cumplir la normativa y poder trabajar lo antes posible en su nuevo proyecto web. Veamos a continuación la normativa que afecta al comercio electrónico.
¿Cuáles son los requisitos legales de las ventas online?
Si tienes un ecommerce o estás pensando en crear uno, debes saber que las normas son iguales que para cualquier otro negocio, aunque hay excepciones, ya que para este tipo de empresas no se hace necesario obtener determinada documentación la licencia de apertura, obligatoria para cualquier establecimiento físico.
Requisitos generales
En función de la situación legal con la que abras tu empresa, la gestión y presentación documental ante la administración puede variar. De todos modos, hay requisitos comunes que deben cumplirse en todos los casos:
- Emitir facturas con el IVA que corresponda a tus productos o servicios.
- Identificar en la página web el aviso legal y las condiciones de compra.
- Debe constar el nombre del titular (persona física o jurídica), email, dirección y CIF/NIF.
- Se debe establecer un formulario de contacto para presentar consultas o reclamaciones.
- Cumplir con las siguientes leyes:
- Ley 34/2002, de Servicios de la Sociedad de la Información y del Comercio Electrónico (LSSICE), en la que se definen como conceptos la contratación de bienes y servicios por vía electrónica, el envío de comunicaciones comerciales y el suministro de información por vía telemática o medios electrónicos.
- Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD)
- Reglamento General de Protección de Datos
- Ley de Ordenación del Comercio Minorista
- Ley sobre Condiciones Generales de la Contratación y el Real Decreto Legislativo 1/2007, que aprobó la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios.
Entre toda esta normativa, rescatamos algunos puntos relevantes para el futuro a corto plazo de tu negocio, para que puedas tener en mente las primeras ideas a desarrollar cuando empieces a vender.
Las tiendas online deben cumplir varias condiciones legales específicas, dado que la interacción entre proveedor y cliente se realizan sin presencia física, destacando:
- Plazo de ejecución y pago: Si no se pone explícitamente, el plazo máximo será de 30 días desde que se cerró la venta.
- Derecho de desistimiento: Por término general, existe un plazo de 14 días desde la fecha de recepción del producto para que tus clientes puedan desistir y recibir la devolución de su dinero.
- Pago con tarjeta de crédito: Si se realiza un cargo usando una tarjeta sin permiso del propietario, este podrá pedir que se anule al momento, además de recibir su dinero de vuelta lo antes posible. Sin embargo, si la compra fue hecha por el titular y éste exigió indebidamente la anulación, tendrá que compensar los daños y perjuicios ocasionados de dicha operación.
- Si se ha entregado un producto deteriorado, la reparación o la sustitución deben ser gratuitas. De esta forma, en los 6 meses posteriores a la entrega, el vendedor debe responder de las faltas de conformidad que motivaron la reparación.
Requisitos fiscales
Los impuestos que afectan al comercio electrónico son los mismos que se aplican al comercio de toda la vida y al resto de actividades económicas, es decir, IRPF, IRNR e IS. Estos impuestos afectan a tus beneficios, según el tipo de persona física o jurídica que seas se aplicarán las normas del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas o Impuesto sobre sociedades.
Si tu tienda online es complementaria a tu tienda física, en un actividad diferente, deberás darte de alta en un nuevo epígrafe del Impuesto de Actividades Económicas (IAE), ya que estás comenzando una nueva actividad. Si, por el contrario, vas a comenzar tu actividad desde cero, deberás hacer el alta en Hacienda con el modelo 036 y darte de alta como autónomo en la Seguridad Social.
A la hora de realizar el alta para el IAE, resulta indiferente la forma en que se canalicen las ventas, sea en establecimiento físico o a través de página web. Lo que realmente importa es la verdadera naturaleza de la actividad económica, los productos o servicios que vendes a los clientes.
Para darte de alta como una sociedad hay que acudir al Registro Mercantil y solicitar el nuevo CIF como máximo en 30 días desde que se realiza el registro como sociedad.
RGPD
El Reglamento General de Protección de Datos (GDPR, por sus siglas en inglés) que la UE aprobó para su entrada en vigor el 25 de mayo de 2018 supuso una auténtica revolución. Cualquier empresa que desde ese momento recopile, procese o use información personal se ve afectada enormemente, al tener que cambiar radicalmente su forma de trabajar y tratar los datos almacenados en sus sistemas informáticos. Y, si alguna empresa trabajaba o realizaba negocios en cualquier país de la UE, también tiene que someterse a la nueva regulación para no quedarse fuera de juego.
Poco antes de que entrase en vigor la nueva regulación tuvimos un webinar donde analizamos al detalle los cambios, centrando la atención en aspectos clave como la “responsabilidad proactiva”, los nuevos derechos adquiridos en materia de portabilidad y límites del tratamiento de datos o la creación de la figura del Delegado de Protección de Datos (DPO), entre otros.
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Otras consideraciones
Obligación de ofrecer factura en las ventas por Internet
Parece algo de perogrullo, pero al crear una tienda online los clientes, al igual que en las tiendas físicas como un supermercado o unos grandes almacenes, quieren al menos tener la posibilidad de solicitar una factura o un ticket que funcione como factura simplificada. En el caso de realizar transacciones online, este componente adquiere la categoría de obligación entre otros, en los siguientes casos:
- Cuando el destinatario sea un empresario o profesional que actúe como tal.
- Cuando el destinatario lo exija.
- Los destinatarios son personas jurídicas que no actúen como empresarios o profesionales, sin importar dónde se encuentre el destinatario.
- Si el destinatario es cualquier administración pública.
¿Qué pasa con las ventas online de artículos de segunda mano?
¿Quién no ha visto cómo se vende, o vendido algún objeto que ya no utiliza? En la actualidad, es prácticamente tan habitual realizar compraventas por Internet de artículos de segunda mano o de productos nuevos.
Páginas como Vibbo o eBay han sido pioneras, incluso grandes cadenas como Decathlon han aprovechado el filón y ya cuentan con una sección dentro de su empresa donde dan la opción a sacar rendimiento a aquellos objetos que ya no necesitas. En estos casos no existe obligación de declarar ingresos por no considerarse actividad económica.
Por actividad económica se entiende el momento en que una persona solicita medios de producción o recursos humanos para intervenir en la producción o distribución de bienes o servicios.
Hay un caso en el que sí se aplica tributación y es el que recoge a aquellas personas cuyo negocio es la venta de artículos con fin lucrativo. Es decir, si vas a poner a la venta artículos para obtener ingresos en plataformas como Wallapop, el beneficio que saques de las transacciones deberás declararlo y pagar el 4% que exige el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales.
Información obligatoria a mostrar en cualquier página web
Como elemento clave dentro de la página web debe aparecer la información relativa al titular de la misma: Nombre, apellido, denominación social e identificación fiscal. Además, es necesario poner en las condiciones generales de contratación:
- Características del bien o servicio.
- Gastos de entrega y transporte.
- Plazo de vigencia de la oferta y precio.
- Duración mínima del contrato para productos o servicios que se pueden renovar periódicamente, por ejemplo, un plan de hosting.
- Condiciones en las que que se puede ofrecer un bien o servicio equivalente al entregado, en caso de sustitución.
- La forma de pago y modalidades de entrega o de ejecución.
- La dirección del establecimiento del empresario donde el consumidor y usuario puedan presentar sus reclamaciones.
- Información sobre servicios de asistencia técnica o postventa.
- Las condiciones para la denuncia del contrato, en caso de celebración de un contrato de duración indeterminada o de duración superior a un año.
En conclusión
Cumplir la legalidad vigente es lo más adecuado si quieres prosperar con tu negocio. Si no quieres que te pillen con el carrito del helado por no tener tu web a punto, siempre puedes pedir ayuda a un asesor legal que conozca el terreno como la palma de su mano.
Hemos visto algunas normas actuales que regulan los negocios online, pero no las pierdas de vista porque pueden cambiar en cualquier momento para ajustarse cada vez más a la realidad.