EmprenderCategoría

Empezar un proyecto paralelo en un contexto de incertidumbre

lectura de 5 minuto(s)
Leticia Calvo

Artículo escrito por Pau García Milá, fundador de la escuela online de emprendimiento Founderz.

Vivimos en una época muy extraña, a la que nuestra generación se enfrenta por primera vez, y que muy probablemente no olvidaremos nunca. Dediquemos un minuto a pensar cuáles fueron nuestros propósitos para este 2020, y hasta qué punto nos habríamos reído si alguien nos llega a contar lo que acabaría pasando.

Sin embargo, en medio de uno de los momentos más duros que recordamos, mucha gente se ha planteado si emprender un negocio nuevo es o no una buena idea, especialmente en este momento de incertidumbre donde todo es nuevo.

Estamos viviendo un cambio sin precedentes a nuestro alrededor, una revolución que todas las empresas tratan de entender, y donde por primera vez, los que empiezan un negocio dentro de esta nueva normalidad llevan algo de ventaja, ya que empiezan sin la necesidad de transformarlo todo para adaptarse al nuevo mundo.

Mirando 13 años atrás, en la última crisis mundial (aunque “sólo” financiera, sin pandemia de por medio), Airbnb y Uber se consolidaron para convertirse en auténticos gigantes, precisamente porque los consumidores necesitaban algo nuevo: experiencias únicas, nuevas formas de viajar y nuevos modelos de transporte.

Uber

Así, las pequeñas empresas que surgen en contextos de cambio, nacen con la agilidad de satisfacer rápidamente las nuevas necesidades del momento que las grandes empresas son demasiado lentas en desarrollar.

Personalmente, esta pandemia me tocó vivirla de una forma que nunca habría imaginado: dando una vuelta al mundo con la familia (2 niños y otro en camino), y acabando confinados en una casita de Nueva Zelanda. Desde allí, justo en las antípodas de nuestra casa, es donde nos planteamos qué podíamos aportar a este “nuevo mundo”, y así nació el proyecto que justo acabamos de presentar: Founderz, una escuela online de emprendimiento, pensada para ayudar a personas de todo el mundo a emprender nuevos negocios minimizando la inversión necesaria y maximizando todo lo que podamos hacer nosotros mismos. Pensada, especialmente, para lanzar “side-projects”.

Los side-projects, para entendernos, son ideas que nacen con el objetivo de ir creándolas sin darles exclusividad en nuestro tiempo, es decir, compaginándolas con otras actividades profesionales y minimizando así el impacto negativo de un eventual fracaso. Sin embargo, pasa muchas veces que un side-project acaba transformándose en el proyecto principal de nuestras vidas profesionales.

Te pongo un ejemplo que conocerás: Gmail. El servicio de correo de Google era un proyecto de Paul Buchheit, un trabajador del gigante americano, y ya sabes donde se encuentra hoy. También Tom Preston-Werner y sus amigos construyeron GitHub mientras trabajaban como desarrolladores de software.

Github

Si te preocupa no tener la habilidad de construir algo, es que no crees suficientemente en ti. Todos tenemos talentos y habilidades únicas y monetizables, pero no siempre son visibles o los explotamos y ejecutamos en nuestros trabajos diarios.

Tampoco debe frenarte el tener un trabajo, ya que no hay nada de malo en pasar una parte del tiempo y dedicar creatividad en proyectos que no sean tu trabajo diario. De hecho, a través de los side-projects se mejoran mucho las habilidades que se pueden utilizar en el lugar de trabajo actual.

Además, los side-projects no suelen empezarse en función de la probabilidad de que se conviertan en un éxito, lo que también quita presión y acabamos valorando tanto los aprendizajes como los resultados económicos.

Estás intentando desarrollar y aprovechar habilidades. Por lo tanto, es una situación en la que todos ganamos.

Puedes tener la duda de si, una vez estando de acuerdo con la teoría, tendrás el tiempo para combinarlo con el día a día.

¿Se puede tener el tiempo para hacer el trabajo, tener vida personal y también trabajar en un proyecto paralelo?

Sí, obviamente para que las cosas pasen hay que dedicar tiempo, esfuerzo y recursos. También es cierto que no es sostenible en un largo espacio de tiempo. Pero lo que yo te puedo asegurar, y lo hago con tres hijos y otros tantos proyectos, es que se puede trabajar inteligentemente teniendo una buena organización.

Organizarte, centrarte, marcar metas y saber en cada momento qué, cómo y cuándo lo quieres te llevará un poco más cerca de tu objetivo.

Al final, si algo debemos intentar evitar a toda costa es la parálisis por análisis: tener un proyecto paralelo no es lo mismo que pensar en tener un proyecto paralelo. Conozco a mucha gente que habla constantemente de lo que harán cuando tengan tiempo.

No tenemos nada que perder. Winter is coming, y tenemos la oportunidad única de construir cosas nuevas. Aprovechémosla.