Óscar Alonso es el ilustrador que está detrás de 72 kilos, un proyecto que nació hace ya 14 años fruto de una apuesta con sus amigos y que hace tiempo se ha convertido en su proyecto de vida.
Hablamos con Óscar de sus inicios, de sus referentes y de cómo ha ido evolucionando 72 kilos desde sus inicios gracias a su talento, su constancia y a la ayuda que le han brindado las plataformas digitales en el camino.
Entrevista a Óscar Alonso, creador de 72 kilos
¿Cómo y cuándo empezaste en el mundo de la ilustración y de la viñeta?
Comencé a dibujar de una manera muy sencilla. En los cuadernos del cole, de la uni, del máster, de mi primer trabajo. En vacaciones me hacía mis cuadernos con hojas recicladas y apuntaba lo que veía, lo que me sucedía… De esos cuadernos surgieron miles de ideas que han ido evolucionando hacia cosas más potables. Hay muchos errores, mucha búsqueda, mucha tontería. Me encanta ese proceso. Y ahora, mira, dibujo todos los días porque es mi trabajo. No me lo creo.
¿Quiénes dirías que son tus referentes? Esas personas que te inspiran en tu día a día…
Personas hay muchas. Mis padres y mis tíos son los primeros. Son los ejemplos de los que he ido cogiendo detalles de aquí y de allá y me los he ido quedando para mí.
¿Referentes profesionales? Tengo un pequeño altar en el que pongo a Mariscal, Sempé, Liniers y Hergé. Pero ahora hay tanta gente haciendo cosas tan maravillosas que ese altar lo tengo que ampliar.
¿Qué es 72 kilos y cuándo surgió el proyecto?
Es una apuesta que hice con unos amigos hace 14 años. Me dijeron que no era capaz de bajar de 92 a 72 kilos en un año. Yo les dije que sí, que comería bien, que haría el ejercicio que había dejado de hacer y que lo iría contando todo en viñetas en una web que se llamaría 72kilos.com . Cuando lo conseguí, me gustó tanto la idea de contar todo con dibujos y pensamientos que mantuve el nombre y comencé a hablar sobre mis viajes, mis maratones, mi relación con mi novia, mi familia y mis amigos.
¿Cómo fueron los comienzos?
Muy divertidos, muy desenfadados, muy tontos. Nunca pensaba que llegaría a dedicarme a esto. Pero hubo un momento en el que me estaba gustando tanto que decidí dedicarle más tiempo y darme una oportunidad.
¿Ha cambiado mucho 72 kilos desde entonces?
La esencia creo que es la misma: cuento lo que veo en mi vida. En el aspecto formal del dibujo, sí, ha cambiado porque he ido encontrando un estilo que no es el del principio. Como creo que no será el mismo dentro de 20 años.
¿Cuál crees que ha sido el éxito de tus viñetas? ¿Por qué conectan tanto con la gente?
No lo sé exactamente. Creo que hablan de algo que tenemos todos o que nos ha pasado en nuestra vida.
Todo lo que publico me ha pasado a mí o a alguien cercano. Lo intento asimilar y ponerlo de una manera en la que te puedas sentir apelado. No somos muy diferentes.
A veces funcionan muy bien y es una maravilla leer las reacciones de la gente.
¿Qué te han aportado las redes sociales en el campo profesional?
Muchísimo. La oportunidad de enseñar mi cuaderno al mundo.
Me ha permitido viajar, conocer gente, vivir de mis dibujos, seguir construyendo este sueño y centrarme en las cosas que merecen la pena.
Si tuvieras que quedarte con un solo proyecto a lo largo de todos estos años, ¿con cuál sería?
Acabo de regresar de hacer el Camino de Santiago. Era un plan que nunca había abordado, pero el Ministerio de Turismo de España me contacto para realizarlo. Y he estado cinco días caminando, dibujando, comiendo y riendo. La idea era mostrar el Camino con mis dibujos. Parte ya he ido publicando en stories y pronto publicaré un post con mi experiencia. Espero que igualen lo que viví en Galicia.
Si se puede contar, ¿qué proyectos te gustaría llevar en un futuro?
Ahhh, esta es la típica pregunta que alguien lee y con suerte se convierte en realidad. Voy a pensármela bien.
Me gustaría hacer un mural con un dibujo mío.
Y tener una marca de ropa.
Y ayudar a la gente a contar su vida con dibujos.
Y viajar por países y dibujar lo que nos une.
Y acompañar a mis hijos a todo aquello que les guste.
Y vivir una temporada larga en Japón.
Y dibujar con mi padre, que dibujaba mucho antes y ahora le da miedo.
Creo que con esto tengo para dos o tres vidas.
¿Por qué elegiste GoDaddy para estar en Internet?
Me pareció una plataforma muy sencilla que me dejara tiempo para lo que me gustaba hacer que era dibujar. Desde aquel primer dibujo hasta ahora sigo publicando mis dibujos en mi web y así quiero que continue. Estoy muy contento.
¿Qué ventajas diríais que tiene el mundo online frente a lo presencial?
Esa facilidad para viajar, plantar algo y dejar que crezca con el tiempo. Las barreras físicas para el mundo de la creación son muy complejas. La familia y los amigos a veces son esos muros que nunca superamos al mostrar lo que hacemos.
Con el mundo online puedes encontrar gente como tú, que valore tu trabajo y te haga crecer.
Las oportunidades son enormes y hay que aprovecharlas.
Los cuadernos tienen que volar, en un cajón no hacen nada.
Y un último consejo para quienes se estén planteando emprender su propio proyecto.
Les diría que comiencen con algo mínimo, pero que comiencen. Que el miedo es menor cuando el primer paso ya está dado. No obsesionarse con crecer rápido. Yo tardé mucho tiempo en crecer. Continuaba porque dibujar era mi pasión.
Poco a poco se va más rápido.