Virginia es la fundadora de Balmaseda Concept Store, un atelier y una concept store situada en una de las calles más míticas y céntricas de Madrid.
Balmaseda apuesta por la calidad de los tejidos, de los patrones y por la personalización de las prendas al gusto de las clientas.
En su atelier realizan prendas de ropa a medida para mujer, aunque también cuentan con una selección de accesorios únicos.
“Tratamos de adaptarnos a los gustos de nuestras clientas para no imponer el criterio de un diseñador”
Entrevista a Virginia Balmaseda, fundadora de Balmaseda Concept Store
- Cuéntanos qué es Balmaseda Concept Store, y qué ofrecéis a vuestras clientas.
Balmaseda Concept Store empezó siendo un sitio donde podías mezclar tus ideas, nuestras prendas y nuestros consejos y ha derivado en un popurrí donde puedes hacerte desde un neceser hasta una manta para casa, ropa para la oficina o tu vestido de novia.
Tenemos complementos para fiesta, prendas de sport, chalecos reversibles, camisones de novia… ¡Tenemos de todo!
Tratamos de adaptarnos a los gustos de nuestras clientas para no imponer el criterio de un diseñador, sino facilitarles al máximo el proceso.
- ¡Una gran evolución! ¿Cómo y cuándo surgió el proyecto?
Yo era usuaria de ropa a medida. Siempre me ha gustado darme el capricho de regalarme una prenda a medida, enamorarme de ella e imaginarme cómo iba a acabar.
Generalmente apostaba por pantalones y, a raíz de empezar a hacerme más ropa a medida, me di cuenta de que existía un nicho de mercado en el que tenía cabida tu opinión junto a la de un profesional que te ofreciese buenas telas y ayuda estética. Así fue como en marzo de 2018 nació Balmaseda Concept Store.
- ¿Cómo fueron los comienzos y qué barreras te encontraste a la hora de emprender?
La peor es tu propia cabeza, la incertidumbre de pensar si tu idea tiene sentido, si funcionará… Pero la verdad es que no me puedo quejar: he tenido bastantes facilidades, principalmente por la ‘rareza’ del negocio.
En la parte económica hay que ser muy prudente y saber con qué herramientas puedes arrancar, cuáles son imprescindibles y con cuáles puedes contar a posteriori.
También he vivido el desconocimiento, porque yo soy nueva en este mundo: me dedicaba a la organización de eventos y protocolo, así que comenzar a emprender en moda ha supuesto aprender a marchas forzadas… ¡y con mucho gusto!
- ¿Cuál es el producto estrella de Balmaseda?
Empezó siendo el pantalón torero: era una rareza encontrar un pantalón de vestir que no fuese el tipo palazzo y de un color plano. Después derivamos a darle mucho protagonismo a la organza, tanto en mangas con volumen como con patrones más difíciles.
Ahora invertimos en las telas per se, de manera que nuestras clientas se enamoren de ellas y piensen qué prenda pueden confeccionar con este tejido.
- Háblanos de las clientas de Balmaseda. ¿Quién es vuestra clienta ideal?
Tenemos una horquilla bastante grande: desde la clienta más ocasional que viene porque se casa su hermano o su mejor amiga, hasta la mujer que nos elige porque nuestra horquilla de precios es mucho más asequible que la de diseñadores de mucho prestigio, pero con una calidad de telas muy reconocible para ellas.
Valoran la calidad y que el precio sea más asequible porque Balmaseda es una marca menos conocida.
- ¿Ha cambiado mucho el proyecto desde que lo empezasteis?¿Cómo es ahora Balmaseda Concept Store?
Ha sido una evolución natural al principio, y ahora provocada por la situación que vivimos, que nos ha favorecido en algunos aspectos.
Comenzamos con ropa de fiesta para invitadas, madrinas o madres de novias. Esas mismas clientas que probaban nuestra calidad nos iban encargando ropa que podían usar con su fondo de armario, sin necesidad de un evento. Con el tiempo, hemos derivado en la experiencia de venir y soñar: hacerte una americana que nunca has encontrado, un abrigo de paño muy bueno a un precio más bajo que el que encuentras por tallas en muchas boutiques…
La pandemia, además, nos ha hecho darle más protagonismo a la página web para que toda esa parte presencial y la experiencia de compra que se tenía tú a tú pudiera trasladarse a una página muy potente, con fotos de mucha calidad para apreciar bien el producto, después mimar el packaging…
Si no podemos acercarnos a amigos ni a familiares, en Balmaseda ofrecemos regalos muy cuidados y personalizados para incluir en un paquete todo ese cariño que quieres poner de manera presencial.
- Y hablando de este salto que habéis dado al mundo online, ¿hace cuánto tiempo tenéis vuestra página web?
Tanto la página web como un teléfono fijo dan seguridad a alguien que no te conoce: el fijo transmite al cliente la fiabilidad de que existe un sitio físico, y la página web implica que tienes donde referirte.
Nuestro punto de venta mayor ha sido siempre Instagram porque es lo que hace que se muevan más nuestras prendas, pero la página web ha subido mucho y supone un porcentaje alto del negocio. Hemos invertido en ella y la potenciamos porque nos hemos dado cuenta de que somos ‘regalables’.
Además, el soporte web nos permite enriquecer nuestra oferta con vídeos, descripciones, fotos… Incluso hemos incluido herramientas para medirse u orientaciones para elegir tejidos, de manera que una persona que no esté familiarizada con la moda a medida pueda sentirse segura y disfrutar del proceso.
- Por tanto, ¿ha supuesto la página web una ayuda para el desarrollo de vuestro negocio?
Ha supuesto poder sobrevivir: hemos dado contenido a la página web para que las clientas puedan comprar en ella… Sin la web no nos habríamos mantenido, porque ahora mismo no contamos con ese boca a boca de madrina a novia o de invitada a madrina que teníamos antes de la pandemia, cuando se hacían eventos de manera normal.
- ¿Por qué elegisteis GoDaddy para digitalizar vuestro negocio?
Porque muchos emprendedores tienen sus dominios y páginas web en GoDaddy, y eso da fiabilidad: saber que todo el mundo está en GoDaddy es una garantía. Y después, en el día a día, compruebas que funciona, así que no hay por qué moverse.
- ¿Algún consejo para quienes se estén planteando emprender?
Cometí muchos errores y me queda mucho por aprender, pero creo que es positivo situarte en tu escenario ideal y dar pasos hacia atrás: imaginarte cuál es tu negocio ideal, dónde te gustaría estar y pensar cuál es el paso anterior, y el anterior a ese hasta que llegues al momento en el que te encuentras ahora.