Nathalie y Rai son los fundadores de Kamchatka Magic Toys, una juguetería situada en el céntrico Barrio de las Letras de Madrid que ha desarrollado su proyecto en torno a cuatro valores muy claros: la ecología, la igualdad y los valores educativos y de paz.
"El proyecto se estableció bajo tres ejes fundamentales: Juguetes de fabricación ecológica y fundamentalmente europea, juguetes no sexistas y juguetes no bélicos. A partir de allí lo demás se ha ido sucediendo a través de estos más de 20 años".
Hablamos con ellos sobre los orígenes de su negocio hace ya más de 20 años, de cómo ha evolucionado desde entonces y de cómo se entiende la importancia de una buena selección de los juguetes en la actualidad para la infancia.
Entrevista a Nathalie y Rai, fundadores de Kamchatka Magic Toys
Nathalie, Rai: ¿qué es Kamchatka Magic Toys y qué ofrecéis a vuestros clientes?
Kamchatka es, en esencia, un lugar para encontrarse: encontrarse con la infancia, la que dejaste atrás y la que ahora viven los peques que están a tu alrededor.
Es un espacio creado para evocar y reencontrar las sensaciones y memorias que atesoras de cuando fuiste niño. Es ese nudo en común que acerca a abuelxs, padres, madres e hijxs. Que les invita a jugar de nuevo, que es transversal y transgeneracional porque el juego convoca y reúne. Es disfrutón y feliz. Tu juguete favorito, las tardes después del cole, el patio del colegio, no todo ha cambiado tanto. Kamchatka Magic Toys es eso. Por eso nos esmeramos en buscar y traer los juguetes de siempre, con los que han jugado los niños y niñas de antes y con los que aún juegan los y las niñas de ahora.
¿Cómo y cuándo surgió el proyecto?
El proyecto surgió hace más de 20 años, cuando decidimos que nos haríamos familia y que la posibilidad de conciliación pasaba por un emprendimiento.
Queríamos juegos y juguetes que no eran fáciles de encontrar en España pero que, en esencia, siguen siendo los juguetes de siempre, tradicionalmente europeos, artesanales y fabricados con materias primas sostenibles.
Tras un tiempo de búsqueda e investigación empezamos a relacionarnos con proveedores que cumplían estos requisitos, de manera que el proyecto se estableció bajo tres ejes fundamentales: Juguetes de fabricación ecológica y fundamentalmente europea, juguetes no sexistas y juguetes no bélicos. A partir de allí lo demás se ha ido sucediendo a través de estos más de 20 años.
¿Cómo fueron los comienzos y qué barreras encontrasteis a la hora de emprender?
Las barreras eran más procedimentales, burocráticas, y evidentemente hace 20 años conocer proveedores implicaba traslados, ferias, recorrer países, por lo que en términos de inversión económica era mucho más demandante que el proceso ahora a través de internet. Pero poco a poco conseguimos ir dando forma al proyecto, conseguir proveedores que se identificaran con nuestra filosofía y principios.
Ya sabéis que los inicios siempre son duros y complicados porque no conocen tu marca y, en nuestro caso, nuestros juguetes no son los que aparecen en comerciales de televisión, por lo que implicó un proceso pedagógico que permitiera a nuestros clientes potenciales conocer el producto y las ventajas y características que los hacían mejores para sus hijos, para que la demanda pudiera existir.
¿Ha cambiado mucho el proyecto desde entonces? ¿Cómo es ahora Kamchatka Magic Toys?
En esencia no, porque seguimos pivotando el proyecto en los mismos ejes, no hemos renunciado a esos pilares fundamentales que nos dieron origen. La ecología, la igualdad y los valores educativos y de paz siguen siendo nuestra brújula.
Ahora bien, operativamente hemos evolucionado. La experiencia es un grado, dicen, y en el mundo de las empresas más. Hemos logrado optimizar procesos en función de nuestro Know How, la marca Kamchatka Magic Toys ha logrado reconocimiento tanto en la clientela como en los proveedores y la digitalización favorece y facilita el trabajo comercial, bien en la búsqueda y contacto con proveedores potenciales, como en la apertura de nuestra marca en el mercado.
Es verdad que aparecen desafíos nuevos, mayor competencia y la simultaneidad de dos negocios, el online y el físico, que coexisten y se retroalimentan, pero los desafíos son buenos y nos obligan a seguir aprendiendo, que es el sentido de la vida, ¿no?
Hablemos de los clientes de Kamchatka Magic Toys. ¿Quién es vuestro target?
Si tuviera que describir a mi cliente habitual sería una mujer de entre 25 y 45 años, preocupada por ofrecer a sus hijos una educación ampliada y completa, muy curiosa e inquieta, que sabe reconocer la calidad y que prioriza el valor educativo y lúdico antes que su publicidad.
Son personas que se informan y con sensibilidad reconocible hacia la educación y los valores del consumo responsable.
Pero también están abuelos y abuelas que conectan con este tipo de juguetes por sus propias reminiscencias de infancia, son códigos que conectan con ellos y ellas, pero más importante, que les permiten conectar emocionalmente y activamente con sus nietos y nietas.
¿Y el producto estrella?
Nosotros creemos que el producto estrella es el que funciona con tu hijo o hija.
Cada familia es un mundo y cada niño de esa familia es a su vez otro, de manera que nuestro esfuerzo y trabajo se centra en lograr que tras el envoltorio de regalo cada niño encuentre SU juguete favorito, ese que permanecerá mucho tiempo en su universo de juegos, de manera que sí, nuestro Juguete Estrella es el juguete estrella de cada niño o niña que juega con él.
Allí radica nuestro saber hacer, nuestra experiencia y, sobre todo, nuestro empeño fundamental.
¿Cuál sería el sello de distinción de Kamchatka Magic Toys? Ese que hace que os elijan frente a otros competidores.
Pues que en Kamchatka logramos ofrecerte ese juguete que llegará a ser el favorito de tu hijo o hija en cada una de sus etapas. Nuestros juguetes no serán un objeto más en casa, sino que formarán parte del recuerdo de infancia que atesoran los niños y también la familia en general.
No solo ofrecemos juguetes: cuando te aconsejamos, lo hacemos pensando en que en la bolsa lleves ese juguete que se convertirá en recuerdo entrañable para siempre de tu peque, ese que evocará en su adultez y con el que conectará. El que formará parte de la memoria emocional que todos guardamos cerquita del corazón.
¿Hace cuánto tiempo tenéis vuestra página web?
Tenemos 15 años con la web, la hemos cambiado dos veces, el último diseño es de hace 6 años.
¿Por qué elegisteis GoDaddy para registrar el dominio de vuestra página web?
Trabajamos con GoDaddy desde siempre, ¡desde cuando teníamos que llamar a Estados Unidos! Nos pareció una empresa de dominios muy seria y competente y la comunicación siempre ha sido fluida. Tiene un Departamento de Atención al Cliente súper efectivo y muy amable. Eso te da seguridad y confianza, y para nosotros, en una relación comercial, ambas cosas son imprescindibles.
¿Os ha ayudado tener una web a la hora de daros a conocer e impulsar vuestro negocio?
Absolutamente, la página web es un escaparate de nuestro producto, de nuestra filosofía. Nos permite trascender al público que camina por Madrid y llevar un mensaje amplificado de lo que hacemos y de por qué lo hacemos. Así que nuestra web es un altavoz muy útil y eficiente a la hora de que potenciales clientes sepan de nuestra existencia.
No creo que a estas alturas haya un proyecto empresarial que no entienda la repercusión trascendente y la necesidad de existir en el universo digital.
Eso sí, no entiendo mi negocio sólo en un universo digital, para mí la coexistencia es simbiótica: ¡me encanta poder conocer a mis clientes personalmente, hablar con ellos y que me cuenten sus inquietudes y deseos!
¿Algún consejo para quienes se estén planteando emprender?
Pues creo que el único consejo que me siento en capacidad de dar es que no dejen nunca de ser fieles a las razones, motivos y deseos que les llevaron a emprender: la seña de identidad de tu negocio eres tú. No lo olviden, porque en los momentos complicados, que los tendrán, volver al origen o conocerlo bien puede ser la mejor brújula para tomar decisiones.