Eva es educadora canina con un enfoque amable. Acompaña a las familias a comprender y conocer a su perro desde las primeras etapas de su desarrollo basándose en el respeto y en la comunicación.
No podemos llamar educación o convivencia a algo que produce dolor físico o emocional.
Ladras Conmigo es un proyecto que nació de la mano de su compi canino, Shaggy, y que ha ido evolucionando a medida que lo han hecho ambos.
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Entrevista a Eva de los Ríos, fundadora de Ladras Conmigo
Eva, cuéntanos qué es Ladras Conmigo y qué ofreces a tus clientes.
Antes de decir qué es Ladras Conmigo es importante saber quiénes somos. Y somos Shaggy y Eva, porque la realidad es que sin Shaggy esto no hubiera empezado.
Ladras Conmigo es ‘muy yo’ y es ‘muy Shaggy’. Somos nosotros en esencia.
Ladras Conmigo es educación canina amable, respetuosa… o, como yo lo llamo, «educación canina para humanos».
Tratamos de romper creencias que existen sobre los perros y sobre la convivencia con ellos que hacen mucho daño (físico y emocional).
Ofrezco asesoramiento sobre dudas, preadopciones (tanto de cachorros como de adultos), terapias emocionales, sesiones de zoofarmacognosis y terapias florales.
También acompaño a las familias a conocer a su perro, a que le entiendan desde el respeto, desde la comunicación y así romper creencias que limitan crear una relación sana. Trato de que haya una comunicación bidireccional, en la que nosotros nos sintamos seguros con nuestro perro y él con nosotros. Que seamos su ‘lugar’ de mayor seguridad.
Por ello se trata de dar herramientas al perro para gestionar su vida, pero que sepa que estamos aquí si nos necesita. Y, sobre todo, aceptar a nuestro perro por ser quién es, y no por lo que queremos que sea. Sin expectativas, que son muy dolorosas e injustas.
¿Cómo y cuándo surgió el proyecto?
Ladras Conmigo fue surgiendo de manera muy natural. Según íbamos avanzando Shaggy y yo, avanzaba con nosotros. Cuando había algún bloqueo porque algo no me convencía de alguna formación o creía que algo no estaba haciendo bien con Shaggy, me bloqueaba y el proyecto se bloqueaba conmigo. Por eso digo que Ladras Conmigo somos nosotros en esencia, porque ha ido creciendo a la vez que nosotros mismos… y espero que siga así, que nosotros sigamos creciendo y él con nosotros.
Pero, por especificar, Ladras Conmigo surgió por la necesidad de querer entender y ayudar a Shaggy en sus problemas emocionales, que tenía mucho o todo que ver con mis creencias en ese momento sobre los perros.
Y que mi comunicación, mi comprensión, mi empatía, mi coherencia con él era muy importante para poder ayudarle –bueno, en realidad, ayudarnos–. Por querer hacerlo bien desde el principio, lo hice fatal, y eso me llevó a una ‘lucha’ constante porque no había opción para rendirme.
Era cuestión de estudiar, cuestionarte mil cosas, responsabilizarte e interiorizar los errores que has cometido... y seguir adelante. Y seguir estudiando.
Y de repente, sin haberlo pensado mucho, me doy cuenta de que me apasiona esto y de que veo muy necesario que se difunda este tipo de educación, que en realidad debería de ser la única, porque no podemos llamar educación o convivencia a algo que produce dolor físico o emocional, que inhibe perros y que solo busca el resultado y la comodidad para las personas.
¿Cómo fueron los comienzos y qué barreras encontraste a la hora de emprender?
La realidad es que estoy en los comienzos: aunque Ladras Conmigo lleva tiempo en redes, soy una recién nacida emprendiendo. Las principales barreras que hoy en día encuentro realmente soy yo misma. Y puede parecer un cliché, pero soy bastante transparente y quien me conoce sabe que no sé mentir porque se me nota en la cara.
Esto me hace vulnerable pero no importa y además creo que es algo más normal de lo que parece, pero no lo solemos expresar, y quizás cuándo trabajas con perros, que son emoción pura, pues te abres un poquito.
Mis inseguridades y miedos son bloqueos fuertes a la hora de emprender, la cabeza hablando y dejándote llevar por ella. Pero la realidad es que no hay que dejarlo de lado, sino cogerlo de la mano y continuar.
¡Que intensa! Ja, ja, ja.
¿Ha cambiado mucho el proyecto en este tiempo que lleva rodando?
Como he dicho al principio, ha cambiado según íbamos avanzando Shaggy y yo. Y ha cambiado mucho. Antes creía que sabía unas cosas que tenían que ser así y punto, y según vas avanzando y aprendes más, la cabeza te explota y vuelve a empezar.
Ladras Conmigo siempre hemos sido nosotros, pero nosotros no somos los mismos que hace tres años. Sobre todo yo, porque Shaggy estaba convencido de que tenía muy claro quién era, solo que yo no le acompañaba como debía.
Entonces creo que esto tiene mucho de crecimiento personal y profesional. En nuestro caso, y creo que en el de muchos compañeros del sector (de la educación amable, matizo) es nuestra esencia personal, porque trabajar desde este punto hace que, por mucho que no te quieras implicar emocionalmente, termines haciéndolo. Porque es tu proyecto y porque la convivencia con perros desde el respeto es pura emoción, y esa es la esencia de cada uno.
Háblanos de tus clientes. ¿Quién es tu target?
Normalmente, personas que quieren ‘hacerlo bien’ desde el principio y buscan acompañamiento antes de que llegue el perro a casa o cuando lleva poquito en la familia.
Esto me parece muy importante tenerlo en cuenta: es importante pedir ayuda si no sabemos, no somos peores responsables (todo lo contrario) y los perros necesitan su tiempo de adaptaciones, ir con calma, a su ritmo (no al nuestro), sentirse seguros, etcétera.
Es frecuente ver a personas para las que su cachorro era adorable que, al entrar en la adolescencia, se sienten perdidos. Y personas que no saben cómo ayudar a su perro con los problemas emocionales que tiene.
Hay gente que viene convencida de que quiere hacerlo desde el respeto, y hay otras que les tienes que explicar que el perro necesita empatía, comprensión, tiempo, y que son individuos como nosotros.
¿Y qué tipo de casos te encuentras con más frecuencia?
Sobre todo perros con problemas de miedos, de inseguridades, muy sobreestimulados, conductas reactivas, etc.
¿Cuál sería el sello de distinción de Ladras Conmigo? Ese que hace que te elijan frente a otros competidores.
Uy, siempre he sido malísima para venderme y para saber este tipo de cosas. Creo que, en este tipo de profesión, más que lo que te distingue es cómo conectas con la persona.
Al final es un trabajo donde tienes contacto directo con las personas y con los perros, donde está entrando un poquito en su vida, y en una parte emocional. Entonces creo que depende más de cómo esa persona te vea, de si le das confianza y, por supuesto, de que le interese el servicio que ofreces.
Creo que luego (aunque esto lo deberían decir mis clientes), soy muy clara y natural, como la vida misma. Empatizo mucho con ellos, porque sé lo que se siente al convivir con un perro con problemas emocionales, que no duermas bien, que tengas ansiedad, que llores y grites y te desesperes y tener que romper todos los esquemas que tienes creados para realmente empezar a crear esa relación sana y basada en el respeto con tu perro.
¿Por qué te decidiste a crear la página web de tu proyecto? ¿Cómo crees que te ayudará a impulsar tu negocio?
Creo que, aunque en Instagram se ve muy bien nuestra esencia, tener un sitio donde haya más facilidad de contacto, de ver de manera limpia y ordenada los servicios, me ayudará a mí y a la gente a poder decidir mejor.
¿Qué te llevó a participar en el concurso de GoDaddy junto al GoTeam?
Pues en realidad me presentó un amigo... y luego también me presenté yo. No hacía más que decirle que quería una página web, que necesitaba ordenar las cosas en una web y que era una forma más fácil de contacto con los clientes, pero en ese momento no me podía permitir económicamente pagarlo.
¡No pensamos ninguno de los dos que me iba a tocar! Y mucho menos que sería como está siendo, con tanta ayuda, con tanta personalización, con una sesión de fotos personalizada de 10… ¡Estoy sorprendidísima y encantada!
Parte de tu negocio ya es digital, porque haces sesiones online. ¿Te ha ayudado esta vertiente durante la pandemia?
La realidad es que creo que es algo que todos nos planteamos durante la pandemia, y a mi fue algo que me costó. Pero luego muchos nos hemos dado cuenta de que no es un paso atrás, sino que en muchos casos es necesario. Por ejemplo en perros con miedos a personas; en estas situaciones puede ser más contraproducente que otra cosa que una persona desconocida vaya a su casa o esté en la calle con él/ella.
¿Algún consejo para quienes se estén planteando emprender?
Uff… no me veo en posición de dar consejos sobre nada a nadie, ja, ja. Pero que sientan miedo está bien, que no se metan prisa, que se hablen bonito, que se abracen, que se quieran, que le den la mano al miedo y que lo lleven como compañero, pero que no se dejen ahogar por él.
