Pantin Grill, es un proyecto muy joven que surge en el año 2018, a raíz de una cena que Leandro celebró con sus familiares y amigos. Una cena especial en las que risas, conversaciones e ideas se entremezclaron, y de la que acabó saliendo con una ilusión y un propósito por el que luchar.
Para algunos, ese momento y ese planteamiento se habría quedado en esa noche con amigos, pero para Leandro de ese instante surgió lo que hoy es su negocio y, por ello, se puso a trabajar en aquel fantástico proyecto desde ese mismo día.
A día de hoy, Pantin Grill es una hamburguesería en pleno centro de Madrid. A escasos minutos andando de la icónica Puerta del Sol, Leandro y su equipo ofrecen una carta amplia con guiños a su país de origen, Venezuela, y a la gastronomía asturiana.
Tras más de 2 años abiertos al público, la crisis del COVID supuso una nueva manera de reinventarse a través de una página web.
“El ecommerce me ha ayudado a poder llegar a nuevos clientes y mantener muchos de los que hemos ido haciendo a lo largo de estos 2 años”
Nos trasladamos a este restaurante situado en uno de los barrios más castizos de la capital para conocer a fondo el proyecto y cómo su fundador ha conseguido adaptarse a través de la digitalización a esta nueva normalidad post-COVID.
Entrevista a Leandro, fundador de Pantín Grill.
- ¡Encantada de conocerte, Leandro! Lo primero que nos gustaría saber es cómo surgió la idea de abrir una hamburguesería en pleno centro de Madrid. ¿Es un proyecto de hace años?
Pantin Grill fue una idea que se empezó a gestar en una cena de familiares y amigos. Poco a poco, la conversación fue desembocando en este proyecto y, desde ese día, me puse a trabajar para hacerlo realidad.
Abrimos las puertas del negocio en mayo de 2018, así es que ahora llevamos más de 2 años luchando por este proyecto.
- Parece que hay raíces venezolanas en algunas de tus recetas...
¡En efecto! Yo soy originario de Venezuela, y mi idea siempre fue transmitir a los comensales una fusión en el mundo de la hamburguesa en la que conviviesen mis raíces con algún guiño a España -especialmente a Asturias, pues de ahí proviene mi familia paterna-.
- ¡Eso parece todo un reto! ¿Cómo conseguiste alcanzar el equilibrio perfecto entre la gastronomía venezolana y la cocina asturiana?
Por su calidad, la cocina asturiana tiene mucha fama. Encontré en las hamburguesas el plato perfecto para hacer una buena mezcla de ambas raíces, la venezolana y la procedente de Asturias. La gastronomía asturiana es toda una fuente de inspiración, y la buena acogida por parte del público hace que sea indispensable dentro de la carta de Pantin Grill.
- Tu trabajo tiene también una corriente muy creativa. ¿Cómo se te ocurren estas recetas tan especiales?
Dedicándole muchas horas y estando siempre abierto a descubrir nuevas ideas. He ido aprendiendo a medida que Pantin Grill crecía como negocio, pues yo no tenía ninguna experiencia previa en el sector. Gracias al contacto con el público, fui abriendo mi mente y aprendiendo día a día.
- ¡Cuéntanos alguna curiosidad sobre la oferta gastronómica de Pantin Grill! ¿Hay alguna historia especial detrás de alguna de tus recetas?
Algo muy peculiar es que las recetas estrella de la carta se me han ocurrido por la noche, cuando era incapaz de conciliar el sueño. Por ejemplo, nuestra Cachopina nació una noche de enero que me desvelé. Me levanté y escribí en ese momento la receta que se me había ocurrido. Al día siguiente, la preparé e hice una cata improvisada entre mis amigos y familiares. Y, ante el éxito que tuvo, la incluí en la carta.
- En la actualidad, la competencia en un sector como el tuyo es terrible. ¿Crees que tener una página web te ha ayudado a la hora de potenciar tu negocio?
Sin lugar a dudas, la web me ha ayudado tremendamente. Gracias a su lanzamiento le he podido crear una identidad sólida a mi negocio en internet. Con ella, he sido capaz plasmar en una página todo el universo de Pantin Grill. Además, ha sido un paso adelante a la hora de trabajar todos los canales de comunicación que ofrece tener una página web con nuestros clientes y abrir nuevas vías de contacto.
- ¿En qué momento decidisteis dar el salto de vender vuestros platos a través de internet?
Parece mentira, pero a raíz de la cuarentena a causa del COVID-19 nos dimos cuenta de que una de nuestras principales debilidades era que no ofrecíamos a nuestros clientes un servicio de delivery o take away. En ese momento, nos dimos cuenta de que era una gran salida a nuestros productos y que era un canal que teníamos que potenciar.
- Sabemos que no lleváis demasiado tiempo, pero ¿qué habéis aprendido a lo largo de vuestra andanza en el mundo online?
Una vez empezamos a ofrecer estos servicios a través de internet, nos dimos cuenta de que era vital que Pantin Grill tuviera más visibilidad. Gracias a este salto digital, hemos sido conscientes de que apenas somos conocidos en el mercado, y que debemos hacer un esfuerzo muy importante en este ámbito.
Y en ello estamos trabajando ahora, en la manera de llegar al público para que conozca cuál es el producto y la calidad que ofrecemos a nuestros clientes -sin descuidar el precio, claro está-.
- Para un proyecto familiar como es Pantin Grill, ¿ha resultado complicado capear esta crisis?
Ha sido y está siendo complicado capear con esta crisis que nos ha afectado a nivel global a todos los niveles.
Lamentablemente, los pequeños negocios no tenemos las herramientas necesarias para potenciar nuestra imagen con altos presupuestos, como algunos de nuestros competidores directos.
Todo lo contrario: luchamos por tener un crecimiento orgánico. Sin embargo, por desgracia los gastos no entienden de tiempo, y ahí es donde encontramos la mayor dificultad a la hora de afrontar esta crisis y, a su vez, querer potenciar la imagen de nuestros comercios -sobre todo, los que dirigimos pequeñas empresas-.
- Parece que esta pandemia ha sido el factor definitivo que os ha hecho dar el salto al mundo digital. ¿De qué manera te ha ayudado el ecommerce a potenciar tu negocio?
El ecommerce me ha ayudado a la hora de llegar a nuevos clientes y mantener muchos otros que hemos ido haciendo a lo largo de estos 2 años. El e-commerce se ha converitod en una plataforma muy para darnos a conocer y de hacerlo de una manera muy natural. Los usuarios prueban nuestro producto y valoran el rango calidad-precio.
Según las estadísticas que manejo, tenemos un retorno del 95% de las personas. Es decir, que el 95% de las personas queda muy contento con la experiencia y que, por lo tanto, suelen sacar un hueco para repetir de la mano de sus familiares y amigos.
Pantin Grill es una hamburguesería con raíces asturianas y base venezolana, por la que este emprendedor lleva luchando desde hace dos años y para la que esta crisis del COVID-19 ha supuesto un reto digital que ha superado con creces.
La salvación de este chef ha surgido gracias dos ingredientes de una mezcla perfecta: por un lado, la creación de una página web que, según él mismo, le ha ayudado a crear una identidad al negocio y que ha conseguido que los clientes puedan ver a través de ella todo lo que es Pantin Grill.
Y, por otro lado, la implementación de la venta online de sus hamburguesas que le ha ayudado a seguir con “sus puertas abiertas” en tiempos de encierro y a ser conocidos y recomendados por muchos clientes, que de otra manera no habrían oído hablar de su cocina.
