Romero Verde es un restaurante vegano en el centro de Madrid. El proyecto surgió en 2019 como un local de comida a domicilio en Malasaña y, en 2021, sus fundadoras se animaron a dar el salto a crear su propio restaurante en el castizo barrio de Chamberí.
Somos unas mentes calenturientas cuando se trata de comer cosas deliciosas y somos muy exigentes con cada plato: no serviríamos nada que no quisiéramos comer nosotras mismas con obsesión.
Hablamos con Sonia y Carmen, sus fundadoras, de los orígenes del proyecto, de su cocina y de cómo ha ido evolucionando a lo largo del tiempo.
Entrevista a Sonia y a Carmen, fundadoras de Romero Verde Bar Restorán
Contadnos qué es Romero Verde y qué ofrecéis a vuestros clientes.
Somos un restaurante vegano creado por Sonia Romero y Carmen Romaní. Ofrecemos comida con ingredientes de calidad, usando solo aceites de oliva, la menor cantidad posible de procesados y elaborando en nuestra cocina quesos, carnes, sofritos, caldos, salsas, etc.
¿Cómo y cuándo surgió el proyecto?
Surgió en 2019. Todo empezó a partir de los envíos a domicilio y poco después abrimos nuestro primer local en Malasaña: una tienda de comida para llevar. Un tiempo después, mucha gente nos llamaba para reservar sitio pensando que Romero Verde era un restaurante, así que en 2021 nos mudamos a Chamberí a un local que nos permitió responder a esa demanda. Le llamamos Romero Verde Bar Restorán, porque la palabra «restorán» hay que decirla más.
¿Cómo fueron los comienzos y qué barreras encontrasteis a la hora de emprender?
Los inicios en Malasaña los recordamos con mucho cariño: las vecinas que siempre venían a comprar la comida para llevar al volver del trabajo, los clientes fieles que nos pedían desde su oficina todas las semanas, clientas que probaron nuestra comida en un evento en un parque y desde entonces nos apoyan pidiendo para sus oficinas y viniendo todas las semanas; la ayuda de Generación Vegana (antes Million Dollar Vegan), que nos contrató a varios restaurantes veganos durante la pandemia para llevar a cabo acciones solidarias… Y especialmente estamos muy agradecidas a la gente que confió en nosotras contratándonos para caterings de envergadura cuando todavía no teníamos ninguna referencia.
Las barreras con las que nos encontramos fueron las que casi todo el mundo tiene a la hora de emprender: alquileres caros, falta de financiación, una cuota de autónomos desproporcionada, ayudas insuficientes y un sistema laboral que a día de hoy da muy poca protección a las personas que se lanzan a montar su negocio. Es terrible, pero una persona autónoma que se pone enferma está en un aprieto. Eso es muy angustioso y no se ven trazas de que vaya a cambiar en un futuro próximo.
¿Ha cambiado mucho el proyecto desde entonces? ¿Cómo es ahora Romero Verde?
El proyecto sigue siendo prácticamente el mismo, solo que antes éramos tienda y ahora somos restorán. Lo único que ha cambiado es que ahora contamos con la ayuda de tres personas en cocina y en la sala, y que ninguna de las dos socias fundadoras repartimos ya en bici, por suerte.
Ahora esa labor la llevan las profesionales: La Pájara Ciclomensajería (lapajaraenbici.com), que son una cooperativa de gente majísima que reparte la comida de muchos restaurantes de Madrid.
Habladnos de vuestros clientes. ¿Quién es vuestro target?
Nunca nos hemos dirigido a un sector específico de la población, como a las personas veganas, por ejemplo. Nuestro target es cualquier persona que aprecie la cocina bien hecha y con buenos ingredientes.
De hecho, sabemos que la mayor parte de la gente que viene a comer no es vegana ni vegetariana, y esperamos que gracias a que les guste la comida que hacemos vean que se puede comer genial sin recurrir a comer animales.
En cuanto a la franja de edad, tenemos clientes de todas las edades, desde estudiantes a familias enteras con abuelos, lo cual nos gusta muchísimo. Y vienen también muchas señoras estupendas.
¿Y el plato estrella?
Hay una fiebre con el Pad Thai de Huerva desde hace años. Es un Pad Thai hecho por una onubense, por eso es de Huelva y no de Bangkok.
Lleva una salsa de cacahuete que vuelve a la gente loca, les pone los oho vuerto, como se dice allí.
¿Cuál sería el sello de distinción de Romero Verde? Ese que hace que os elijan frente a otros competidores.
Somos unas mentes calenturientas cuando se trata de comer cosas deliciosas y somos muy exigentes con cada plato: no serviríamos nada que no quisiéramos comer nosotras mismas con obsesión.
Por otro lado, nos gusta mucho que venga la gente y nos esforzamos en que todo el mundo se sienta apreciado cuando está en el local. Odiamos los sitios en los que parece que te están haciendo un favor cuando te atienden.
¿Hace cuánto tiempo tenéis vuestra página web?
La tenemos desde que empezamos a repartir lunches en bici, aún no teníamos local, pero ya teníamos web, así que se puede decir que desde el principio de los días romeriles.
¿Por qué elegisteis GoDaddy para digitalizar vuestro negocio?
Habíamos usado GoDaddy con anterioridad y teníamos una buena experiencia, el servicio es sólido, fiable y está bien de precio.
¿Os ha ayudado tener una web a la hora de daros a conocer e impulsar vuestro negocio?
La web ayuda a que se le ponga cara al restaurante. Es fundamental, especialmente para las personas que no están muy al día con las redes sociales pero que quieren ver lo que hacemos. Centralizamos allí toda la información que queremos compartir: las reservas, la carta, los datos de contacto…
¿Algún consejo para quienes se estén planteando emprender?
No lo hagáis, jaja. O hacedlo solo si estáis seguras de que no os va a importar pasar el 100% de vuestro tiempo trabajando o pensando en vuestro negocio.