Todos los días, se toman decisiones que afectan a las miles de empresas que operan en España. Como empresario, cada acción encaminada a mejorar tu negocio puede realmente surtir el efecto deseado o todo lo contrario, afectándote tanto a ti, como a tus empleados si es el caso. Por lo general, todos los procesos empresariales implican a todos los grupos de personas relacionados con una empresa directa o indirectamente.
Como vimos en un artículo anterior relacionado con la comunicación corporativa, existen agentes internos y externos que se ven afectados por el devenir de una empresa. Mientras que el grupo de internos está conformado por los empleados, los grupos de interés externos lo conforman clientes, proveedores, accionistas, etc. cada uno con sus prioridades y exigencias.
Estos grupos reciben la denominación en inglés de “stakeholders” y son el núcleo que vamos a analizar a continuación, ya que su actuación puede influir en gran medida en el éxito o fracaso de una empresa.
¿Qué son los stakeholders exactamente?
Pensemos por un momento en tu negocio. Llevas unos meses ya establecido, empezando a generar ingresos recurrentes y tienes una base de clientes más o menos grande. A esto le añadimos que, dado el volumen de negocio, has decidido contratar una persona para que te ayude a cubrir todas las peticiones de tus clientes. En tu intento por crecer, empiezas a planificar el lanzamiento de un nuevo producto o servicio para diversificar tu cartera, ofreciendo más posibilidades tanto a los clientes ya fieles como a potenciales nuevas compras de otros visitantes.
Tienes todo preparado a nivel de marketing y operacional, pero ves que la financiación de dicho proyecto es el eslabón que falta por concretar. En este caso, o bien echas manos de los fondos propios (los cuales quizá hayas tardado mucho tiempo en lograr) o bien recurres a buscar capital externo en forma de préstamo bancario o subvención.
Si repasamos la cadena, hemos metido en el mismo saco al dueño del negocio (tú), un empleado y los posibles inversores de tu idea, todos ellos con interés en que salga adelante y genere más beneficios de vuelta.
A mayores, por si no resultase complicado, hay que recordar que si pides un préstamo, la entidad financiera de turno esperan recibir intereses por el capital prestado y el pago puntual del mismo; si el dinero te llega vía subvención podría hacerlo tarde o con retraso, dado que exigen requisitos y trámites burocráticos que se pueden ralentizar; o si el lanzamiento del producto o servicio depende de que un determinado proveedor te entregue el pedido necesario a tiempo.
No se debe olvidar tampoco que toda empresa vive por y para su público objetivo. Los clientes que contacten contigo tienen sus propios intereses y necesidades por cubrir, y acuden a ti con una idea preconcebida sobre lo que ofreces respecto a otros competidores, valorando cuál producto o servicio es el que tiene la mejor relación calidad-precio, además de proporcionar un buen servicio post-venta.
El éxito o fracaso de tu producto o servicio se verá rápidamente en función de la forma en que lo lances y las ventas que genere.
Una vez ya tienes tu nuevo producto en el mercado, al igual que hicieron en anteriores ocasiones, la competencia focalizará su mirada hacia ti para ver qué novedades traes y cómo pueden perder clientes en tu favor. Por otro lado, puede darse que empresas de otros sectores vean en tu negocio una oportunidad para contactar contigo y ofrecerte una colaboración, siempre y cuando tu actitud a lo largo del tiempo haya sido la correcta y quieras asociarte con otras empresas.
Por último, otros grupos de interés que pueden formar parte de un proyecto empresarial son por ejemplo las administraciones locales y estatales, las cuales tienen sus propios requisitos y plazos temporales para otorgar ayudas dentro de la legalidad, además de que son los recaudadores de impuestos que luego sirven para financiar proyectos a largo plazo; o por ejemplo asociaciones, grupos de presión, iniciativas de la ciudadanía y otros grupos que afectan al conjunto de la sociedad con sus opiniones e influencias, cambiando la toma de decisiones tanto de grandes corporaciones como de pequeñas empresas.
Pues a todos estos grupos es a lo que se refiere el término “stakeholder”, con el cual designamos a todos los grupos de personas que se ven directa o indirectamente afectadas por la actividad de una empresa, que cuentan con sus propias necesidades y expectativas y que, por tanto, ejercen influencia sobre dicha empresa.
Por qué deberías conocer los grupos de interés que afectan a tu empresa
Solo el mero hecho de saber qué grupos existen que puedan jugar sus bazas en favor o en contra de la empresa permitirá saber de antemano qué obstáculos e impedimentos aparecerán en el camino a la hora de emprender un nuevo proyecto y poder ocuparse de los stakeholders afectados en los procesos de cambio para que se vean perjudicadas lo mínimo posible.
Hacer un análisis DAFO, conocer el benchmark de tu sector y sobre todo tener un plan de empresa claramente definido para estas contingencias, recogiendo oportunidades y riesgos inherentes al mercado además de saber los puntos fuertes y débiles de la empresa.
¿Quiénes son exactamente los stakeholders?
Por lo general, se habla de tres grupos de interés internos con diferentes objetivos y motivaciones:
- Propietarios/accionistas: sus intereses se centran en que la partida de beneficios se incremente cada año, que se aumente el capital invertido, poder ejercer su influencia en la toma de decisiones y mantener el prestigio de la empresa de cara al exterior.
- Directivos: En su caso, estando en segunda línea por detrás de los dueños, deben mostrar interés en obtener el máximo nivel de ingresos, para ello gozando de autonomía y libertad en toma de decisiones, a la vez que su trabajo se vea reconocido.
- Empleados: Ante todo, buscan mantener sus puestos de trabajo con un sueldo razonable a sus esfuerzos, que su carga de trabajo diaria sea desafiante y les permita adquirir nuevos conocimientos, además de que se vea también reconocido su esfuerzo, al igual que los directos.
Por su parte, el grupo de stakeholders externos abarcan los grupos de interés que no forman parte directamente de la empresa, entre ellos destacamos los siguientes ejemplos:
- Instituciones financieras: son las entidades que prestan dinero para financiar proyectos a cambio de tener garantizado el retorno de la inversión con una buena rentabilidad.
- Proveedores: son las partes interesadas en mantener una relación comercial estable a largo plazo, logrando acuerdos con condiciones favorables y que vean que tienes un negocio serio que se comprometa con los pagos cada vez que encargues material.
- Clientes: son la base de cualquier negocio, su interés reside en encontrar productos y servicios que ofrezcan una buena relación calidad-precio con un buen servicio de atención al cliente.
- Competidores: formando parte del mercado, buscan que actúes limpio, generando competencia justa y puedas estar disponible para cooperar o formar asociaciones con otras empresas para proyectos en conjunto.
- Administraciones: es el conjunto de entidades públicas que ejercen influencia en la toma de decisiones y ejecución de proyectos al aprobar o modificar leyes y normativas.