Falta de concentración, ansiedad o incapacidad para gestionar la tremenda cantidad de información que recibimos cada día son algunos de los signos más habituales de la infoxicación.
Y si al leer estos síntomas los has identificado como propios, puede que la estés padeciendo sin ser consciente de ello.
Conoce en qué consiste, cuáles son sus causas y cómo superar la enfermedad típica de la era digital.
¿Qué es la infoxicación?
Piénsalo por un momento: ¿qué haces nada más despertarte? ¿O cuántas veces consultas las notificaciones en redes sociales?
Y voy más allá: ¿cómo resuelves una duda que asalta tu cabeza o una cuestión de debate en una comida informal?
Probablemente, la búsqueda en internet y el tiempo que le dedicas a las redes sociales ocupan una gran cantidad de tu rutina diaria.
Nos hemos acostumbrado a estar conectados.
La búsqueda de información y la necesidad de estar actualizados constantemente en temas relativos la realidad actual nos hacen dependientes de la información. Sin embargo, no siempre sabemos gestionarla de manera correcta.
La infoxicación es la sobrecarga de información -overload information- a la que las personas se ven sometidas en su día a día.
Esta sobrecarga supone una incapacidad para gestionar todos los impactos recibidos diariamente.
Además, tiene consecuencias tan graves como una merma de la capacidad de concentración o situaciones de estrés o ansiedad.
Origen de la infoxicación: ¿culpa de la era digital?
El origen del concepto de infoxicación se remonta a 1999. Este término fue acuñado por el físico Alfons Cornellá, fundador de la consultora de nuevas tendencias Institute of the Next.
Por lo tanto, este concepto precede a la popularización de Internet y a la llegada masiva de los blogs o las redes sociales.
Aunque, sin lugar a duda, con la popularización de estas plataformas y el uso masivo de internet la sobrecarga de información es cada vez más palpable.
Además, la democratización del acceso a la información y, también, de la producción de contenidos han ayudado en buena medida a saturar de contenidos los distintos medios al alcance de los usuarios.
La infoxicación puede considerarse, por lo tanto, una enfermedad propia de la era digital.
¿Cuáles son las causas de la infoxicación?
Hay diferentes motivos por los que una persona puede verse abrumada ante la cantidad de información a la que debe hacerle frente en su día a día.
A continuación, vamos a ver algunas de las causas más comunes por los que una persona puede sentirse infoxicada.
Sobrecarga de información
Cada día, la información llega al usuario a través de medios muy diversos.
Desde las redes sociales, los medios de comunicación más tradicionales como la radio o la televisión, los blogs, las newsletters…
Todos estos son medios habituales de generación de contenidos que impactan diariamente en las personas.
Sin embargo, si esta información no se filtra debidamente ni se tiene un criterio firme para distinguir cuál es la que aporta valor al usuario, puede llegar a abrumar a los mismos.
Búsqueda de respuestas a través de Internet
Cada día se realizan millones de consultas a través de internet.
Es cierto que, gracias a esta democratización del acceso a la información, podemos solventar cuestiones de manera sencilla a golpe de clic.
Por ejemplo, cómo publicar en Instagram o cómo ganar dinero a través de Youtube.
Sin embargo, acudir a por respuestas a través de internet es un arma de doble filo.
Y es que Internet y las redes sociales son una gran fuente de fake news.
Y, además, debes tener en cuenta que muchas personas emplean este medio también para realizar preguntas que requieren de una opinión profesional. Por ejemplo, las consultas médicas.
Distingue qué consultas puedes hacer a través de internet y determina qué información es válida y cuál aporta únicamente ruido.
Tener un criterio formado y hacer uso del mismo es vital para evitar la infoxicación.
Digitalización de los negocios y formación online
El Inbound Marketing sostiene que aportar contenido de valor al usuario puede tener una repercusión positiva a la hora de ganarse su confianza y posicionarse en el top of mind del mismo.
Y muchos negocios o emprendedores digitales han entendido también los beneficios de estas estrategias de marketing.
En la red abundan los cursos gratuitos, los ebooks descargables o los webinars en directo como propuesta de lead magnet.
Además, en un mercado laboral altamente competitivo y exigente, los usuarios requieren formación continua para complementar la suya actual.
¿El resultado?
Una gran cantidad de recursos disponibles en los que el usuario no repara ni profundiza. Una información que resulta abrumadora y que, sin analizar, resulta estresante y poco útil.
No es necesario saber de todo. Es importante tener capacidad de especialización, evitar el ruido externo y ser hábil a la hora de consumir información de valor acerca del mismo.
Poco filtrado de la información
En la actualidad, parece que lo importante es estar informado. Sin embargo, en muchas ocasiones se trata más de una cuestión de cantidad que de calidad. Y esto es contraproducente.
Consumir información de calidad que proviene de una fuente fiable, ser capaz de contrastarla, analizarla y sacar tus propias conclusiones es vital a la hora de evitar la infoxicación.
Y, ahora que ya conoces las principales causas que pueden llevar a una persona a estar infoxicada, ahondemos en los principales signos de la infoxicación.
¿Cuáles son los síntomas típicos de la infoxicación?
En muchas ocasiones, las personas pueden estar infoxicadas sin ni siquiera percibirlo.
Si este es tu caso, estate atento a los siguientes síntomas:
- Sensación de agobio o ansiedad ante la incapacidad de gestionar una gran cantidad de información.
- Necesidad de permanecer conectado o conectada las 24 horas del día, buscando información o indagando en otros perfiles de redes sociales.
- Fear of Missing Out (o FOMO) es el “miedo a perderse algo”. Es decir, de no estar plenamente actualizado en términos de actualidad o con respecto a las publicaciones que están realizando otras personas en redes sociales.
- Poca capacidad de concentración. Muchas veces, quienes sufren infoxicación consumen de manera rápida la información en lugar de profundizar en ella. Su objetivo es poder acceder así a más píldoras informativas.
¿Qué consecuencias tiene la infoxicación? Principales problemas
A pesar de que la infoxicación pasa desapercibida en muchas ocasiones, tiene una serie de repercusiones que afectan directamente al día a día de quienes la padecen.
Entre ellas, las más comunes son:
- Sensación de ansiedad, estrés o agobio ante una gran cantidad de información imposible de digerir.
- Merma la capacidad de comprensión, pues a las personas infoxicadas les resulta complicado profundizar en un tema en concreto.
- Nos evoca a vivir conectados las 24 horas del día, siempre pendientes del teléfono móvil.
- La escasa capacidad de concentración influye directamente en nuestra productividad y rendimiento en el trabajo.
¿Cómo combatir la infoxicación?
¿Te identificas con los síntomas y las consecuencias de la infoxicación?
Si es así, vamos a darte una serie de pautas para superarla.
Selecciona tus fuentes de información
Recuerda que cantidad no es sinónimo, en este caso, de calidad.
Evita exponerte a la información de numerosas fuentes. Y es que, probablemente, no todas aporten el mismo valor ni sean igualmente fiables.
Filtra las fuentes de información y haz una pequeña selección. En este caso, con 2 o 3 es suficiente.
Así podrás eliminar el ruido que proviene del resto de fuentes y que, según tu criterio, no resultan igualmente válidas
Ten una visión crítica de la información
Seleccionar tus fuentes de información no significa creer a rajatabla el contenido que aportan.
Contrastar la información y cuestionar aquello con lo que no estás de acuerdo no solo te ayudará a filtrar las fuentes, sino también a tener una opinión propia.
Y esto resulta tremendamente útil a la hora de tomar decisiones a conciencia.
Filtra tu contenido
Una vez has seleccionado las fuentes de información que tienen valor para ti, puedes emplear un lector de RSS para conocer nuevos contenidos sin necesidad de visitar el portal de la fuente original.
Aplicaciones como Feedly te permitirán tener la información categorizada en función de su contenido y te facilitarán el acceso a la misma desde una misma plataforma.
Establece unos límites
La improductividad propia de la infoxicación es mucho más común de lo que crees.
Consultar las redes sociales o buscar información acerca de una temática concreta son, en muchas ocasiones, acciones que interrumpen tu día a día laboral.
Por ello, para evitar problemas derivados de un descenso de la productividad y mejorar tu atención, te aconsejamos:
- Poner en práctica técnicas de productividad como el time batching o la técnica pomodoro. Ambas, tremendamente sencillas de implementar, mejorarán notablemente tus resultados.
- Hay algunas apps que limitan el tiempo que pasas en redes sociales como Twitter o Instagram. Por ejemplo, Spyzie o Focus Me. ¿Por qué no pruebas a descargarlas?
En conclusión
En muchas ocasiones, los síntomas de la infoxicación nos pasan desapercibidos. Sin embargo, sabiendo detectarlos es importante ponerles freno.
La era digital está, prácticamente, iniciando su camino. La democratización de la información seguirá suponiendo que haya una tremenda cantidad de contenidos a golpe de clic.
Solo de nuestra habilidad para saber gestionarla debidamente depende ponerle freno a la infoxicación.