Todos sin excepción, en algún momento hemos tenido la misma sensación de estar perdiéndonos algo que creemos importante o vital para nuestras vidas, pero que en la mayoría de ocasiones realmente resulta irrelevante, una auténtica pérdida de tiempo.
Más hoy en día con la irrupción y abuso de las redes sociales, en las que según el informe Digital 2020 de We Are Social y Hootsuite nos pasamos de media casi 6 horas al día conectados, viendo novedades de nuestras marcas favoritas, el último vídeo del cantante de moda o simplemente cotilleamos las stories de nuestros seguidores.
Esa sensación de estar enganchados para no dejar pasar nada es como se conoce el término Fear Of Missing Out (FOMO), del que vamos a hablar a lo largo de este artículo y cómo poder limitar su impacto. ¡Empecemos!
Explicando el concepto FOMO
Como decíamos, la expresión “fear of missing out” describe fielmente qué sucede cuando el miedo a perderse algo se apodera de las personas, cuando estas piensan que todo el mundo está disfrutando de la vida y realizando actividades emocionantes o interesantes cuando la mayoría de las ocasiones no se trata más que de simple postureo o bien son actividades que puede hacer cualquiera.
Este término está asociado a la necesidad de vivir permanentemente pendiente de los demás a través del mundo digital, indagando en su vida personal y saber qué están haciendo en todo momento
Es más, es considerada una patología que concierne a aquellas personas que sienten envidia o se sienten excluidos de actividades en las que no se participa sin saber realmente el motivo, sucede también cuando se tiene la sensación de no ser importante para terceras personas, o por ejemplo cuando tenemos un dilema por resolver y lo afrontamos con muchas dudas sobre si elegir una opción u otra, léase cambiar de trabajo, acudir o no a un evento que solo sucederá una vez, etc.
Supone una especie de adicción, que se manifiesta claramente también en aquellos individuos que quieren estar informados y actualizados las 24 horas del día, intentando leer las páginas web de la prensa y otros medios de comunicación, para luego trasladarse a su móvil y abrir progresivamente todas las apps donde puedan ver las últimas tendencias, novedades u oportunidades de compra.
En este sentido, es sin duda una buena posibilidad para las empresas que ponen en práctica estrategias de marketing digital para buscar nuevas formas de incrementar las ventas de sus productos, usando técnicas como por ejemplo la integración de un reloj en cuenta atrás que muestra cuánto tiempo queda para que finalice una oferta determinada en la página web.
El fenómeno FOMO dentro de las redes sociales
Capítulo aparte merece el término FOMO en la revolución que supusieron las redes sociales. Aunque no es algo nuevo del todo, las redes sociales se han convertido en la fuente principal que ha magnificado la intensidad y la el número de veces que aparece el “miedo a perderse algo”.
Facebook, Instagram y demás plataformas han incorporado cosas positivas a nuestra sociedad, pero también nos permite ver constantemente la vida de los demás, siempre y cuando estos quieran enseñarla. Amigos con sus familias, conocidos que cambian de trabajo o que están de vacaciones... Este nuevo escenario puede inducir a más de uno a intentar emular a otras personas o compararse, con las posibles connotaciones negativas que acarrea.
El FOMO surge porque quien lo padece ve que su vida es triste, aburrida, sin sobresaltos o nuevas emociones que cambien la rutina, pensando en cómo darle la vuelta y no caer en envidias ante lo que hacen los demás. Suele pasarle a la gente que vive sola o las que se sienten socialmente aisladas.
Recuerda que la gente solo enseña la parte buena de la vida, los momentos malos normalmente quedan en el ámbito privado.
Ver todas las nuevas fotos o vídeos que los usuarios suben a sus perfiles en los que se les ve celebrando momentos únicos en su vida no es una buena idea en estos casos, dado que el resultado final que se producirá es el aumento de la soledad y de falta de autorrealización.
Entrando más en detalle, realmente nadie está libre de poder caer en la espiral, sin importar la edad que se tenga. Si bien existe un patrón de comportamiento vinculado a los más jóvenes de la casa y la generación Y, es decir, las generaciones que más se han involucrado en el uso y difusión de las redes sociales.
¿Cómo se reconoce y cuáles son las consecuencias?
Como si fuese una mezcla de pecados capitales y sentimientos personales, tener miedo, sentir envidia, tener preocupación por no formar parte del que consideras grupo de amigos son sensaciones perceptibles de que se está padeciendo este síndrome. Si se agrava con el paso del tiempo en lugar de zanjarlo cuanto antes, puede generar estrés y comportamientos enfermizos, con posibles problemas adicionales de salud en el futuro.
Si crees que estás empezando a notar el FOMO, aquí tienes algunas preguntas que puedes autoformularte para tener una idea inicial y ver si necesitas ayuda o puedes darle la vuelta por ti mismo:
- ¿Estando de vacaciones sigues mirando lo que hacen los demás en vez de desconectar?
- ¿Piensas en todo momento en compartir lo que haces estando con tus amigos para que lo sepan tus contactos?
- ¿Notas inseguridad o nerviosismo cuando no ves ninguna actualización de estado o stories de Instagram de tus amigos?
- ¿Te vienes abajo moralmente cuando ves en tus redes sociales que tus amigos están haciendo planes por su cuenta sin avisarte?
- ¿Con qué frecuencia miras el móvil? Es decir, ¿estás pendiente de él en todo momento?
Si a medida que avanzas en las preguntas ves que más de la mitad tienen una respuesta afirmativa, estás ante un posible indicador de que estás sufriendo algunos síntomas del FOMO, pudiendo derivar en adicción por estar pendiente de los demás.
Por otro lado, hemos mencionado el estrés como un efecto derivado del FOMO, pero no es el único, ya que existen otros efectos adversos psicológicos y físicos que pueden aparecer, como son los problemas para mantener la concentración, un estado de ánimo depresivo, problemas de sueño, dolores de cabeza, sudoración, etc.
Algunos consejos para prevenir el FOMO
Con todo, es posible encontrar la solución al problema por cuenta propia. Aparte de la clásica recomendación de limitar el tiempo de conexión diaria marcando un tiempo máximo, por ejemplo de 10 o 15 minutos, para acceder a tus redes sociales, aquí tienes otros buenos consejos para limitar o eliminar el FOMO:
- Establece prioridades para filtrar la información a manejar y prestar atención a lo que realmente te interesa para tu día a día.
- Disfruta de tu propia vida, olvida lo que hagan los demás. Si te quedas pensando en casa en lo que podrías hacer en lugar de salir y hacer lo que quieras, no te estás ayudando.
- Analiza si realmente la gente que usa las redes sociales disfruta por su cuenta o solo son momentos puntuales y luego tienen una vida peor que la tuya.
- Busca alternativas para socializar si estás en un punto en el que no eres capaz de ver a tu gente, por ejemplo ir a un gimnasio a hacer deporte, actividades al aire libre, etc. Con esto también desconectarás y mejorarás tuy salud mental.
- Fomenta el lenguaje verbal manteniendo conversaciones frecuentes, en persona o por teléfono. El tono de voz y los gestos son insustituibles a la hora de transmitir emociones.
- Puede ser que también necesites cambiar de estilo de vida o el trabajo que desempeñas en la actualidad. Pregúntate si es así cómo quieres pasarte los próximos meses o años, o bien qué puedes hacer para cambiar el rumbo.