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Guía de cómo obtener rentabilidad ofreciendo hosting web

lectura de 4 minuto(s)
Troy Dean

Rentabilidad de hosting web: cómo fracasar en el intento

Imagen de un telón cerrado como introducción a hablar de la rentabilidad del hosting web

La siguiente historia está basada en hechos reales. Por motivos ajenos, algunos detalles de la misma se han modificado…

La sala de conferencias del hotel de Sydney estaba repleto de periodistas locales, técnicos de cámara, inversores, activistas medioambientales y otros voluntarios que esperaban ansiosamente la presentación de una nueva iniciativa por parte de la organización sin ánimo de lucro de bienestar animal que organizaban el acto para ayudar a salvar el hábitat natural de uno de los animales nativos más preciados del país.

Se instalaron grandes pantallas en la sala que estaban cubiertas por telas negras, a punto de ser retiradas para revelar la nueva web, diseñada para colaborar con la obtención de fondos necesarios para esta nueva campaña.

Los ingenieros estaban detrás del escenario para asegurar que todo funcionara correctamente mientras el portavoz hablaba frente al público congregado a la vez que enseñaba la nueva plataforma. La página principal de la web estaba preparada en el navegador y mientras las telas se abrían ante las cámaras, las cuales empezaban a emitir en directo la rueda de prensa en la televisión local. Miles de espectadores de la zona sintonizaron el canalpara ver el tan esperado anuncio que había dividido a la población durante los últimos años.

Al mismo tiempo, se estaba disputando, en la otra punta del planeta, un evento deportivo de máxima trascendencia y una regata de vela se estaban monitorizando en una web a través de una aplicación personalizada que se comunicaba gracias a la API de Google Maps. Este evento era seguido por cientos de miles de aficionados en todo el mundo, dejando miles de comentarios en el blog a medida que transcurría la cita.

Mientras tanto, de vuelta en Sídney, la rueda de prensa había empezado bien y la presentadora estaba alardeando sobre el diseño y funcionalidad de la nueva web. Nada más acabar el paseo por la página principal, les cedió el paso a los ingenieros para navegar a través de la galería de imágenes, donde los fotógrafos que captaron el desastre natural trataban de animar a la gente para que donase dinero a favor de la causa.

Cuando el navegador intentó acceder a la galería, los miles de comentarios sobre la regata sobrecargaron la base de datos SQL en el servidor web y cientos de webs que compartían los mismos recursos cayeron de repente.

Las pantallas gigantes de la sala de conferencias mostraban una pantalla en blanco con el mensaje “500 – Internal Server Error”. La presentadora titubeó tratando de entender lo que estaba sucediendo y mantener al público entretenido. Los espectadores de toda la nación se rieron y cambiaron el canal. Los fans de la regata entraron en Twitter para tratar de obtener más información y millones de usuarios de todo el mundo no podían completar sus transacciones, hacer nuevos comentarios, publicar sus últimos artículos en sus blogs o enviar una consulta a través de Internet.

La empresa responsable de mantener activas todas estas webs habían cometido un terrible error. Pensando en la rentabilidad de sus hostings, habían implementado demasiadas aplicaciones en un servidor de hosting compartido y se habían arriesgado a que varias de ellas no necesitasen más recursos de lo habitual al mismo tiempo.

Estaban equivocados y ahora están pagando las consecuencias.

Esta historia es solo una de las muchas que me han contado con el paso de los años y estoy seguro de que si alguna vez has ofrecido servicios de hosting a tus clientes, tendrás tus propias historias que contar y que quizá quieras compartir.

Por suerte, estas catástrofes son pocas y no la norma. Según Pingdom, el tiempo de actividad medio de las 50 webs de ecommerce más importantes en 2016 fue del 99,03%.

Por tanto, dejemos a un lado estas historias de terror en la web y veamos cómo se puede dar un salto adelante vendiendo hosting web rentable para tu negocio.

Cada vez más empresas están moviendo su negocio a la red y se dedican a buscar ayuda de profesionales para crear sus webs y poner en el mercado sus productos y servicios a través de los motores de búsqueda y las redes sociales.

Sin embargo, el rápido crecimiento de los negocios online ha presentado retos inesperados para los diseñadores web y muchos de nosotros nos sentimos abrumados por el gran volumen de trabajo involucrado en la gestión de proyectos, en el cumpimiento de las expectativas de los clientes y a la hora de supervisar otros aspectos como la rentabilidad del hosting web.

Algunos de esos retos son:

  • Cambios que el cliente recuerda a última hora.
  • Arreglar bugs inesperados en el código.
  • Plugins que no funcionan como esperábamos.
  • Revisiones del diseño (por ejemplo, cuando el cliente solicita que su logo se vea más grande).
  • Competir en precio.
  • Compatibilidad en los navegadores.
  • Diseño responsive.
  • Recopilar contenido de los clientes de manera oportuna.
  • Problemas de seguridad...

¡Y la lista no se queda aquí!

Quizás el mayor reto para un freelancer o diseñador web es gestionar el flujo de caja en las épocas de vacas flacas y vacas gordas.

Vacas flacas y vacas gordas es un término que describe el proceso de conseguir un nuevo cliente y mantener el acuerdo que alcanzaste con él. Por lo general, mientras mantienes tu acuerdo no estás fijándote en conseguir nuevos clientes, así que cuando terminas de desarrollar un proyecto necesitas focalizar tu atención para buscar nuevos negocios.

Terminas pasando tu tiempo preguntándote dónde estará tu próximo proyecto o cómo terminarás el trabajo que tienes delante de ti.

La mejor forma de escapar de esta oscilación es mantener ingresos recurrentes que te permitan mantener una línea plana en tu negocio.

La forma más clara que tienes a tu disposición es a través de la venta de hosting. Es algo que tus clientes necesitan y que tratarán de pedirte a ti como su asesor para obtener la mejor solución.

Alojar las webs de tus clientes

Con el conocimiento adecuado y un buen equipo de soporte, alojar las webs de tus clientes puede aportarte beneficios de tu negocio y sirva para rellenar los posibles huecos de trabajo que haya entre proyectos. Pero ojo, también puede ser un campo de minas si las cosas salen mal.

En esta guía, revisaremos los diferentes tipos de alojamiento disponibles en el mercado y destacaremos las ventajas y desventajas de cada uno, para ayudarte a tomar una buena decisión y hacer que tu negocio siga siendo rentable.

Concretamente, vamos a ver las diferencias entre los tres principales servicios de alojamiento disponibles en el mercado: hosting compartido, VPS y servidores dedicados. También echaremos un vistazo a otras alternativas como productos de hosting híbrido que ofrecen la posibilidad de escalar cualquier proyecto manteniendo tus beneficios.

El ciclo de vida del hosting

Imagen del ciclo de vida del hosting

Planes de hosting compartido

Hosting compartido es la categoría más básica de alojamiento que puedes contratar. El término “compartido” significa que tu web realmente comparte los recursos del servidor con muchas otras webs al mismo tiempo. Esta configuración tiene ventajas y desventajas, pero dado que es uno de los productos más utilizado por nuestros clientes, es importante entender cuáles son.

A continuación, veremos la balanza de poder en el hosting compartido para comprobar si compensa o no en términos de coste, rendimiento, seguridad y soporte. Verás que el hosting compartido es una buena solución para lanzar un nuevo proyecto pero seguramente no sea lo ideal para webs que tengan mucho tráfico.

Costes

Imagen de dos manos estrechándose, denotando que se cerró un acuerdo

La principal ventaja es que es el producto más económico en el mercado, con potencial suficiente para ofrecer la rentabilidad que buscas. Está bien cuando quieres lanzar una web gastando poco dinero y es ideal para clientes que están probando el lanzamiento del producto mínimo viable o simplemente probando una nueva idea.

Dominios adicionales

Algunos planes como los hosting reseller te permiten crear múltiples webs con el nombre de “dominios adicionales” bajo una única cuenta. Esto puede proporcionar aún más beneficios, ya que puedes alojar múltiples webs por el precio de una.

Muchos profesionales, incluyendo nuevos desarrolladores y diseñadores web, empiezan alojando muchas webs en un único hosting compartido porque sale barato. Al principio tiene sentido pero no es una solución pensada a largo plazo por razones de seguridad y rendimiento.

En este punto, puede ser también interesante revisar la lista de nuevos dominios disponibles para registrar, sobre todo si tu profesión está en Internet y quieres dedicarte a vender dominios.

Consejo Pro: A la hora de tener en cuenta el precio del hosting, es mejor pensar en usar una cuenta de hosting compartido por cada proyecto, incluso si el hosting que contrates permite alojar múltiples dominios.

Añadir webs de clientes en un hosting compartido

Si vas a lanzar la web de un cliente, puedes hacerlo de dos formas distintas según quién compre el servicio de hosting.

La primera forma es que tu cliente compre el compartido con una cuenta creada a su nombre. Si lo haces así, debes comprobar si la empresa de hosting ofrece un programa de afiliados de manera que puedas obtener ingresos cuando el cliente contrate el servicio indicado a través del mismo.

Por cierto, si tu cliente utiliza algún hosting compartido de GoDaddy, puedes registrarte en el programa gratuito de GoDaddy Pro para obtener el acceso a su cuenta y hacerte con las recompensas ofrecidas cuando se realiza una compra de cualquier producto de GoDaddy.

La segunda forma de hacerlo es por tu cuenta, comprando tú mismo por ejemplo un plan de hosting para revendedores y luego cobrarle a tu cliente, lo cual acaba siendo más rentable.

¿Qué hay del soporte?

Si tu cliente paga directamente a la compañía proveedora de hosting, necesitas dejarle claro que cualquier consulta de soporte tiene que hacerse directamente al proveedor. Si eres tú quien le facturas al cliente entonces serás el responsable. (La ventaja de dar soporte es que generalmente puedes cobrar más y aumentar tu rentabilidad.)

En definitiva, los planes de hosting compartido son el tipo de plan más asequible de adquirir.

Tienes miles de webs diferentes en un mismo servidor, usando los mismos recursos. Teniendo en cuenta que es económico, no siempre es la mejor solución desde el punto de vista de la seguridad o el rendimiento, aspectos que veremos ahora.

Rendimiento

Imagen de un destornillador y una llave inglesa, denotando el rendimiento de una máquina

Es la opción más económica, pero desde luego no es la que mejor rendimiento ofrece. Se fijan una cantidad determinada de recursos que son comunes para todas las webs que se alojan en un mismo servidor. Si todas las cuentas de compartido intentan usar al máximo los recursos al mismo tiempo, está claro que no habrá para todos y el servidor colapsará.

Ancho de banda y memoria RAM, en particular, son los puntos delicados de cualquier servidor compartido. Cargar una web básica no requiere mucho esfuerzo, pero otras actividades, como hacer compras online o procesar una gran cantidad de datos puede requerir el uso de muchos recursos.

Si tener recursos dedicados de alto rendimiento es algo imprescindible para tu web, no es buena idea contratar un plan de hosting compartido.

Sin embargo, si las webs que gestionas no necesitan muchos recursos o echas mano a plugins de caché u optimización en un CMS como WordPress, quizá tengas suerte y sea suficiente con un plan de hosting compartido.

Seguridad

La seguridad es un área habitual de preocupación cuando se necesita contratar un plan de hosting compartido. Hay tres grandes riesgos a tener en cuenta:

  • Tiempo que está la web caída por ataques al servidor.
  • Dominios adicionales atacados.
  • Compartir direcciones IP con webs peligrosas.
Imagen de una pantalla de ordenador que realiza varias funciones a la vez

Empecemos con el tiempo de caída. Algunos proveedores como GoDaddy tienen sistemas para prevenir ataques que provienen de otras webs que se encuentran en el mismo servidor. Sin embargo, si un hacker o un bot intentan tumbar una web mediante la sobrecarga de recursos y, de paso, destrozar un servidor entero, todas las webs dentro del mismo se verán afectadas (este tipo de problemas se suelen resolver pronto, pero cuando se trata de una tienda online, cualquier caída es significante.)

Otro riesgo es que se hagan con el control de tus dominios adicionales. Estos comparten la misma cuenta de hosting compartido y no están aislados entre ellos. Por lo que si uno de estos dominios es hackeado, hay posibilidades de que tus otras webs en la misma cuenta puedan ser controladas con mayor facilidad. (Por este motivo, es mejor tener cada web en una cuenta independiente.)

El tercer gran punto de conflicto es compartir direcciones IP. Las webs que se alojan en servidores de hosting compartido normalmente comparten una única IP. Dado que cada dirección IP se supone que identifica a una única web, el mero hecho de compartirlas hace difícil separar las webs entre sí.

Imaginemos que alguien estaba enviando spam desde una cuenta que compartía la misma IP con una web de uno de tus clientes. El servicio de correo que se use podría marcar cualquier envío desde esa IP como spam. Si una web cae baneada o bloqueada por contenido ofensivo y comparte la misma IP que la web de tu cliente, es posible que sus correos también queden bloqueados.

Imagen de una cajonera dos dos compartimentos, simulando la función del hosting compartido

Pero antes de acabar con el hosting compartido, un apunte en positivo. Hemos visto que si bien el hosting compartido tiene algunos riesgos en materia de seguridad, los proveedores conocen estos riesgos y hacen todo lo que pueden para evitarlos. Si ocurre algún problema, es responsabilidad del proveedor darle solución. Eso sí, si te pasas a un alojamiento superior, algunos de estos problemas desaparecen — aunque tengas que implementar y hacer las tareas de mantenimiento por tu cuenta.

En general, los planes de hosting compartido tienen riesgos inherentes de seguridad que proceden de compartir un servidor físico o una IP con muchas webs a la vez. Por otra parte, el peso de mantener el nivel de seguridad recae sobre el proveedor de hosting, no sobre ti.

Muchos problemas de seguridad son causados por daños en una web y no por la propia cuenta de hosting.

No te despistes. Echa un vistazo a las mejores formas de mantener la seguridad en tus webs y monitoriza las posibles amenazas.

Soporte y mantenimiento en hosting compartido

La mayoría de los planes de hosting compartido incluyen soporte 24/7. Si ocurre alguna incidencia en tu cuenta o simplemente tienes preguntas sobre cómo utilizar algunas de las funciones incluidas en tu plan, deberías recibir una respuesta rápida y válida a tus cuestiones.

Ten presente que los proveedores de hosting ofrecen soporte para el servicio de alojamiento web en sí. No esperes que te ayuden con el software que hayas instalado, ya sea un CMS como WordPress, plantillas o plugins, por ejemplo.

Como profesional web, es importante reconocer la diferencia entre un problema con una web y un problema con el hosting.

La parte “invisible” del soporte que tiene el hosting compartido realiza las tareas de mantenimiento y solución de incidencias de manera silenciosa. A medida que aumentes los planes de hosting que tengas contratados, tendrás que aprender y conocer mejor esas tareas administrativas.

Con los servicios de VPS y servidores dedicados tendrás que prestar atención al mantenimiento de tu servidor, y monitorizar los recursos que emplees. A lo mejor hasta tendrás que reiniciar a mano el servidor si algo no funciona correctamente. En hosting compartido todo esto está controlado y gestionado sin necesidad de que contactes con el equipo de soporte.

El hosting compartido es una solución ideal si estás empezando a alojar las webs de tus clientes.

Simplemente evita caer en el error de unificar todas las webs de tus clientes en una única cuenta de compartido sin esperar que no suceda algo malo. Es inevitable que antes o después algo vaya mal. Por tanto, separa las webs de tus clientes sí o sí.

Una vez que ya estás trabajando y preparado para aumentar el tamaño de tu negocio, quizás quieras echar un vistazo a lo que te pueden ofrecer los VPS.

Planes de hosting VPS

Imagen de un portátil funcionando

Los Servidores Virtuales privados (VPS, por sus siglas en inglés) suelen ser los servicios a los que la mayoría de la gente se cambia cuando proceden de hosting compartido. De igual forma que en compartido, en un único servidor físico se meten muchas cuentas de VPS. Sin embargo, a diferencia de los compartidos un VPS tiene recursos dedicados que se pueden ajustar a tus necesidades.

Lo bueno de los VPS es que tienes a tu disposición un servidor para ti solo, aunque sea de manera “virtual” .

Los VPS son más potentes que los planes de hosting compartido y tienes más acceso a la configuración interna del servidor. A partir de este momento veremos los puntos fuertes y débiles de los VPS en cuanto a rentabilidad, rendimiento, seguridad y soporte.

Costes

El precio de los VPS es mayor que el de los planes de compartido, pudiendo limitar la rentabilidad buscada. El coste puede ser entre 2 y 10 veces mayor. La principal razón es que estás comprando un producto superior, más potente, con recursos dedicados como la memoria RAM y núcleos de CPU.

Normalmente los proveedores de hosting suministran diferentes tipos de VPS (GoDaddy ofrece hasta cuatro). El precio que pagas incluye más espacio en disco (almacenamiento), memoria RAM y CPU (capacidad de procesamiento). Otras funciones que se incluyen pueden ser direcciones IP dedicadas y ancho de banda ilimitado.

A la hora de elegir la mejor opción de VPS, necesitas determinar exactamente cuánta memoria RAM o CPU vas a usar.

En algunos casos, quizá necesites más de algún recurso en concreto, como la RAM, y no mucho de otro, como el espacio en disco. Esto depende en gran medida de los tipos de webs que alojes.

Crear sub-cuentas

La mayoría de VPS te permiten crear cuentas de inferior rango. Cada sub-cuenta funciona como si fuese una cuenta de hosting compartido. De esta forma, si decides usar un plan reseller (y soporte) con tus clientes, puedes establecer una cuenta para cada uno.

A diferencia de los dominios adicionales que vimos en los planes de hosting compartido, estas sub-cuentas de VPS están aisladas entre sí, cada una con su propia configuración y datos de acceso propios.

No es tan raro tener una gran variedad de cuentas de VPS creadas para diferentes finalidades y asignar clientes a cada una de ellas en función de las necesidades que surjan.

Rendimiento

Mejorar el rendimiento de los servicios contratados es una de las principales razones por las cuales la gente escala desde un hosting compartido hacia un VPS. En compartido los recursos se reparten con otras cuentas en el mismo servidor. En un VPS, estos recursos son exclusivos para tu cuenta.

Si alojas webs con mucho tráfico o que necesiten muchos recursos, deberías empezar a usar un VPS.

Si alojas una web que experimenta picos de tráfico, el VPS será capaz de absorber estas cargas. (Tener entre 2GB y 6GB de RAM será suficiente para aguantar una web con grandes picos de tráfico).

Y si tienes una web que procesa mucha información o utiliza muchos recursos cuando se está cargando una aplicación instalada en el servidor, la CPU y la RAM dedicadas harán que todo funcione con rapidez.

Además, los VPS ofrecen más acceso a configuraciones dentro del servidor. Esto te permite optimizar de manera más precisa las webs que estés alojando, sobre todo cuando se trata de añadir sistemas de caché, optimizar bases de datos o incluso cambiar el software que está instalado en el VPS.

Por último, la mayoría de proveedores te dejarán escalar tus servicios hacia arriba o hacia abajo con facilidad sin que tus webs se vean afectadas, pudiendo aumentar o reducir los recursos necesarios.

Seguridad

La seguridad en una cuenta de VPS depende en gran medida de tres factores:

  1. Las medidas implementadas por el proveedor.
  2. Las medidas de seguridad que gestiones por tu cuenta.
  3. El nivel de seguridad que tengan las webs que gestionas.
Imagen de un portátil mostrando la función de seguridad de un VPS

Los grandes proveedores como GoDaddy tenermos medidas de seguridad para proteger todos los servidores. Estas medidas incluyen firewalls, monitorización web o acciones de mitigación y recuperación frente a ataques a los servidores. En algunos casos estos servicios pueden tener un coste adicional, pero esto depende del proveedor que escojas.

También es posible que dependiendo del VPS que tengas, debas gestionar e implementar varias medidas de seguridad por ti mismo, aunque nada comparado con lo que tendrías que hacer en un servidor dedicado. Tendrás que instalar algún programa anti-malware, pero es poco probable que debas gestionar por tu cuenta cuestiones como las configuraciones de los firewall.

Si necesitas medidas de seguridad específicas, o si tienes alguna pregunta sobre el nivel de seguridad que ofrecen los VPS, compruébalo, pide ayuda al proveedor que elijas. Ten claro hasta qué punto eres responsable de la seguridad de tus webs y lo que necesitas monitorizar y vigilar por tu cuenta.

A menos que seas un experto en seguridad, puede ser una buena idea gastar algo más de dinero en añadir seguridad extra a tus cuentas de VPS.

Soporte y tareas de mantenimiento

Los niveles de soporte ofrecidos varían según el proveedor y los planes que se ofrezcan. Un VPS “no administrado”, por ejemplo, podría no ser muy útil. Sin embargo, la mayoría de VPS hoy en día son administrados. Tienen el mismo nivel de soporte que tendrías con un plan de hosting compartido. Algunos proveedores hasta pueden incluir diferentes categorías en función del nivel de administración que contrates.

Otra gran consideración que se debe hacer es la cantidad de tareas de mantenimiento que debes asumir, y cuáles hará el proveedor de hosting por ti. Revisa bien cuáles te toca a ti y cuales dependen del proveedor.

En general, los proveedores asumen que si contratas un VPS es porque tienes conocimientos sobre administración de servidores, si no habrías elegido un plan de hosting compartido.

Sin embargo, Cuando contratas un servidor VPS es habitual tener un servicio de soporte 24/7.

Si eliges un VPS no administrado, prepárate para instalar y gestionar determinados programas por tu cuenta sin recibir ayuda de tu proveedor. Esto significa que estás más cerca de un servicio “dedicado”, el cual quizá no sea lo que más te interese. Si esto no te sirve, asegúrate de que tu VPS viene de serie con el software y los servicios administrados que necesitas.

Tienes más control con un VPS, pero siguen existiendo algunas limitaciones.

Debido a que los VPS no suelen tener acceso root completo al servidor, lo más probable es que debas contactar con soporte para que te ayuden con las tareas que necesitas solucionar, ya sea abrir un puerto concreto o cambiar algunos ajustes en el firewall. Si necesitas hacer cambios con frecuencia en tu VPS que requieran acceso root, es posible que contratar un VPS no sea la mejor opción.

Como en un servidor se meten varias cuentas de VPS, algunos accesos y configuraciones están restringidos. Si el nivel de acceso que tengas a tu VPS no es suficiente para realizar las tareas de optimización que necesitas, quizá debas pensar en dar el salto a un servidor dedicado.

Imagen de servidores VPS

Si un VPS no rinde o no se adapta a tus necesidades, seguramente debas pensar en contratar un servidor dedicado para cumplir con tus requisitos. Sin embargo si tu web no tiene mucho tráfico ni requiere gran potencia de procesamiento, será suficiente un VPS.

En resumen, un VPS es una opción más flexible y potente para tu etapa inicial, sobre todo si estás empezando a necesitar más recursos de los habituales, aunque tendrás que tener más conocimientos para administrarlo y poder superar la curva de aprendizaje.

Ahora pasemos a analizar el plan de hosting por excelencia: los servidores dedicados.

Servidores dedicados

Los planes de hosting dedicado son los más avanzados que puedes contratar a día de hoy. Con un dedicado dispones de una máquina física solo para ti, algo muy importante a la hora de medir la rentabilidad del hosting que ofrezcas a tus clientes.

Tener un dedicado a veces supone hablar de “tener un hosting y ya” dado que básicamente contratar este servicio implica tener el acceso a un servidor y nada más. Los dedicados son ideales cuando quieres instalar y controlar por tu cuenta todo el software, los servicios y las medidas de seguridad para cada hosting que crees.

Cuando eliges un dedicado, lo normal es tener más opciones a la hora de controlar el hardware usado en tu plan de hosting. A lo largo de los siguientes apartados veremos algunos pros y contras de los dedicados y veremos si es la solución adecuada para tus proyectos.

Costes

Imagen de billetes denotando el coste de un servicio

Si te fijas en la rentabilidad, los planes de hosting dedicado son más caros que los VPS y los hosting compartidos. No es tan raro gastarse varios cientos de euros al mes en un hosting dedicado. No hay más clientes tirando de sus recursos, así que el coste del mantenimiento del servidor recae sobre tus espaldas.

La diferencia de precio entre los distintos niveles de hosting dedicado que hay suelen reflejar la configuración de un servidor, en materia de CPU, la cantidad de RAM incorporada o la cantidad de disco duro que necesitas. (Como podrás imaginar, tener un servidor entero para ti solo significa que la cantidad de recursos disponibles es muy superior en relación a un VPS.)

Los costes de un servidor dedicado son mucho mayores, así que prepárate para un incremento en el precio.

El precio también viene determinado por el nivel de administración del servidor que ofrezca el proveedor del servicio. Los planes administrados habitualmente incluyen en el precio el software y el soporte necesario, entre otros. En el caso de los servidores no administrados, podría ser necesario un presupuesto adicional para contratar el servicio de administración y las licencias de software como WHM o cPanel.

Rendimiento

Es la principal ventaja que aporta un servidor dedicado al tener de tu mano el hardware más potente y acceso exclusivo a todos los recursos de un servidor. Pero ten en cuenta que no solo se consigue el mejor rendimiento a través de hardware y recursos. El rendimiento de verdad se encuentra en la configuración óptima de las herramientas y los servicios adicionales que se incorporen.

El nivel de acceso que se tiene en un dedicado permite lograr optimizaciones que no son posibles en un VPS o hosting compartido.

Si quieres sacar el mayor rendimiento tienes dos opciones, hacer las optimizaciones por tu cuenta o bien contratar un administrador de sistemas que lo haga por ti. Con esto no consigues los resultados ideales, ojo. Lograr una buena optimización incluye dar varios pasos y a menudo hacer un seguimiento continuo para ver qué ajustes son necesarios en cada momento.

Por tanto, si buscas el mejor rendimiento posible, tienes el dinero y el tiempo para poner en marcha tu proyecto, un dedicado es el mejor producto que puedes adquirir. Pero ten en cuenta que para obtener el máximo rendimiento de un dedicado, tú o alguien de tu equipo tiene que saber lo que está haciendo.

Seguridad

Al hablar de un servidor dedicado, la seguridad es un arma de doble filo. Por un lado, un servidor bien configurado puede ser increíblemente seguro. Por otro lado, si no se gestiona bien este asunto, tener un dedicado puede ser menos seguro que contratar un hosting compartido.

El beneficio de tener un dedicado es que tu servicio está completamente aislado. Se trata de una máquina física exclusiva para ti.

Si bien esto puede ayudar a prevenir que otras webs afecten a la tuya, no debes olvidar tomar medidas de seguridad extraordinarias si vas a usar un dedicado para alojar muchas webs en un único lugar. Tendrás que revisar todo de forma que esté asegurada la separación de cada cuenta, que estén aisladas, para que un posible ataque contra alguna de ellas no afecte a otras.

Los servidores dedicados están hechos para aquellos usuarios familiarizados con la administración de un servidor. Así que si no tienes contratada la administración en tu dedicado, la carga recae sobre ti a la hora de implementar las medidas de seguridad necesarias como firewalls, permisos, herramientas de monitorización y demás.

Cuando estés analizando cuál es el mejor servidor dedicado, asegúrate de resolver tus dudas con el equipo de soporte técnico del proveedor que quieras escoger además de preguntarle a un experto en seguridad independiente. Y como en todos los planes de hosting, una web que no esté protegida puede crear agujeros no relacionados con la configuración del propio servidor.

Soporte y tareas de mantenimiento

Imagen de un hombre simulando formar parte del equipo de soporte

Los dedicados se han convertido en una solución muy usada para webs con mucho tráfico o con aplicaciones web complejas. No todos los responsables de gestionar estas webs y aplicaciones son administradores.

Esa es la razón por la cual los planes administrados son ideales para contratar un servidor dedicado.

Por ejemplo, los servidores administrados de GoDaddy incluyen servicios de copias de seguridad, instalación de aplicaciones y parches, monitorización, migración y soporte.

¿Cómo puedes saber para qué sirve cada plan? Asegúrate de que entiendes al detalle lo que necesitas y compáralo con lo que se te ofrece. (Si no estás seguro, contacta con tu proveedor para pedir ayuda.)

Supongamos que estás trabajando con alguien que sabe cómo configurar y administrar un servidor. Es posible que no necesite ponerse en contacto con el soporte técnico muy a menudo, y es posible también que prefiera el acceso root a la línea de comandos en vez de la interfaz web que traen los planes administrados.

Si tienes a alguien en tu equipo capaz de administrador un dedicado, fenomenal. Si no, usa un servicio administrado, o pásate a un VPS.

Hablemos de la rentabilidad de revender hosting web

Como mencionamos al principio de este artículo, crear webs para tus clientes puede ser una profesión con muchos vaivenes. Uno de los retos de dirigir un negocio de diseño web es gestionar el flujo de efectivo que entra en caja entre proyectos, mientras te dedicas de manera permanente a hacer malabares para conseguir más trabajo.

Vender hosting a tus clientes es una gran forma de rellenar los huecos que queden obteniendo ingresos recurrentes que aumenten la rentabilidad que ganas. Hay dos formas de conseguirlo: puedes controlar las cuentas de hosting y cobrarle un extra a tus clientes, o puedes dejar que sea el cliente quien controle su cuenta y solamente le cobras por el soporte y los servicios de administración.

En cualquier caso, asegúrate de que ganas el dinero suficiente en función del tiempo que inviertes. Eres un profesional que ofrece servicios con valor para tus clientes. Esa es la razón por la que te contratan.

¿Qué plan de hosting es el adecuado para tus clientes?

Repasemos ahora los tres tipos de hosting más comunes que hemos analizado en esta guía: hosting compartido, VPS y servidores dedicados.

Hosting compartido tiene un coste bajo y sirve para obtener los mejores márgenes de beneficio, pero tienes la restricción de que no puedes escalar tu negocio con facilidad. El rendimiento ofrecido es más que suficiente para la mayoría de webs, pero no es capaz de soportar aquellas webs que requieren muchos recursos (por ejemplo webs de ecommerce)

Los VPS son una solución que ofrecen más rendimiento, pero su coste es bastante mayor y requieren más experiencia (o tiempo) para hacerlos funcionar correctamente frente al hosting compartido.

Los servidores dedicados son los más caros y más complicados de gestionar, pero también son los más potentes. Son una buena solución para webs más grandes o aplicaciones web pero de media tienen más recursos de los que necesita una web normal.

La administración de servidores dedicados te va a dar el mejor rendimiento, pero el elevado coste compensará el beneficio que puedas tener, además de quitarte mucho tiempo.

Entonces, ¿cuál es la más adecuada para tus clientes? Para saber la respuesta, necesitas saber:

  • Los requisitos a nivel de recursos de las webs de tus clientes.
  • Lo que van a administrar ellos frente a lo que gestionarás tú.
  • El presupuesto mensual (incluyendo el alojamiento web y los servicios relacionados).

Consejo Pro: Incorpora tus servicios de soporte a un plan de mantenimiento más grande para aumentar tus ingresos y crear una relación más fuerte con tus clientes.

Imagen de varios dispositivos móviles con servicios de hosting web

A menos que trabajes con una web con muchas visitas o una aplicación web, es probable que tener un servidor dedicado sea excesivo para tus clientes y reduzca la rentabilidad. Por tanto, podemos eliminar esta opción de la lista.

Si tu cliente tiene un presupuesto ajustado y una web muy simple, debería bastarle con un hosting compartido. Pero si todo va bien no debería tardar en aparecer el primer cuello de botella, sobre todo cuando se producen los mayores picos de tráfico y los servidores tienen mayor carga.

Podrías meter a tus clientes en un VPS, pero entonces tendrías que lidiar con más tareas administrativas y más complejas. Para mantener tus ingresos, tendrías también que aumentar tus tarifas o invertir más tiempo en aprender a gestionar un VPS. (Tiempo que se resta de otro lado, con frecuencia el tiempo que dedicarías a buscar más trabajo.)

¿No sería estupendo si hubiese algún producto entre estas dos opciones? ¿Algo que fuese tan fácil de usar como el hosting compartido, pero con el rendimiento que proporciona un VPS?

Hay una solución híbrida llamada Hosting profesional.

Imagen del ciclo de vida del hosting con Hosting Profesional incluido

El Hosting profesional supone el punto ideal en cuanto a rentabilidad.

Es un hosting especial y exclusivo de GoDaddy. Combina los recursos dedicados y el rendimiento de los VPS (o servidores dedicados en caso de necesidades mayores) con la facilidad de uso que ofrece cPanel en los hosting compartidos, todo en el mismo sitio.

GoDaddy diseñó estos planes para aquellos profesionales que necesitan un hosting potente, pero que no tienen los conocimientos suficientes para administrar su propio servidor. Nosotros nos encargamos del rendimiento, la seguridad y el soporte.

Llegamos al punto común donde todo lo visto antes se une. Añadiendo el Hosting profesional a la mezcla, ya puedes crear tu configuración ideal para revender hosting a tus clientes, en función de las necesidades y presupuesto de cada uno, a la vez que mantienes tus márgenes de beneficio:

  • ¿Eres el dueño de las cuentas de hosting? Añádele un margen y cóbraselo a tus clientes.
  • ¿Es el cliente quien gestiona su cuenta? Gestiónalo a través de las herramientas de GoDaddy Pro y cóbrale por el tiempo que le dedicas.
  • Trabaja en la web de tu cliente sin preocuparte sobre el rendimiento o posibles límites de recursos.
  • GoDaddy se encargará de la seguridad, el soporte y la optimización del servidor.

Por tanto, si estás creando una web con algún CMS gratuito como WordPress o Magento, o con un CMS creado por ti mismo, este alojamiento te permitirá trabajar a plena marcha a la vez que te quitas de encima el engorro de administrar el servidor.

Suena bien, ¿no? Si te convence, regístrate y prueba ya cualquier producto de los que te he hablado. Descubrirás entre otras cosas que contratar un hosting profesional es una buena idea para gestionar tu negocio de la mejor forma posible.

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