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¿Cómo reducir la tasa de rebote de una página web?

lectura de 11 minuto(s)
Leticia Calvo

La tasa de rebote es una métrica esencial en la analítica web. Gracias a su análisis, podemos conocer cómo funciona el contenido de una página y de qué manera interactúa el usuario con la web.

Si este término no te resulta demasiado familiar, no te preocupes. ¡Estás en el sitio adecuado!

En este artículo vamos a ver cómo medir el porcentaje de rebote de un sitio web, por qué es importante conocerlo y cómo bajar la tasa de rebote de una página.

¡Vamos a ello!

¿Qué es la tasa de rebote? Definición

La tasa de rebote -bounce rate en inglés- mide el porcentaje de usuarios que han visitado una página y se han marchado sin interactuar en ella. Es decir, que no han visitado otras páginas dentro de esa web, puesto algún otro comentario en el blog, descargado un lead magnet, rellenado ningún formulario, etcétera.

Esta métrica de analítica web es tremendamente relevante para saber si una página web está a la altura de las expectativas de los usuarios.

Más adelante, vamos a entender por qué es importante conocer cuál es el porcentaje de rebote. Pero, antes, vamos a resolver algunas dudas frecuentes respecto a este término.

Tasa de rebote vs. tasa de salida

En muchas ocasiones, se confunde la tasa de rebote con la tasa de salida. Y es que, aunque son similares, no miden exactamente lo mismo.

Como hemos comentado anteriormente, la tasa de rebote mide el porcentaje de sesiones únicas que abandonan una web.

Sin embargo, la tasa de salida indica el número de personas que salieron de una página específica, más allá de si han realizado otras acciones antes de llegar a ella.

Vamos a verlo con un ejemplo. Una persona busca en Google “cómo hacer tortilla de patata” y un blog de cocina aparece como primer resultado. En ese momento, pueden pasar dos cosas diferentes:

  • Accede al blog, el contenido le parece pobre, abandona la página y vuelve al ranking de resultados. Esto es un rebote.
  • Entra en el blog y le gusta el contenido que ve. Además, visita la sección de postres y hace clic en la receta de bizcocho de naranja. Finalmente, abandona la web. En este caso, se consideraría una salida de la web en la página de la receta del bizcocho.

La tasa de rebote puede indicar desde un fallo técnico a la existencia de un contenido demasiado pobre que no engancha al lector. Por ello, es importante analizar esta métrica junto con el tiempo de permanencia en la página -o dwell time-.

Tasa de rebote y dwell time

El dwell time es el tiempo de permanencia en una página de un usuario. Este indicador es perfecto para conocer si el contenido de la página es interesante. De hecho, Google lo toma como factor de posicionamiento.

Tiene sentido: si un usuario llega a una página y encuentra la información que estaba buscando, permanece más tiempo en ella. Si, por el contrario, el contenido no está a la altura, abandona la página y el dwell time es muy bajo.

Además, en ocasiones también puedes medir si el usuario hace o no scroll como forma de saber cuál es la aceptación de tu página web.

¿Para qué sirve la tasa de rebote y por qué es importante conocerla?

Ya lo hemos adelantado: el porcentaje de rebote es un indicador clave para conocer la experiencia de los usuarios en una página web.

Gracias a la tasa de rebote, podemos saber si el contenido de la página resulta atractivo o válido para los usuarios que llegan a ella. O si, por el contrario, no han encontrado lo que estaban buscando y, por ello, los visitantes abandonan la página sin realizar ninguna acción en la misma.

Esto es especialmente relevante a tener en cuenta tanto en la creación de contenidos que posicionan de manera orgánica como en la creación de una landing page destinada a una campaña de marketing determinada.

Pero, además, conocer la tasa de rebote puede ser clave para detectar un problema técnico. Por ejemplo, descubrir un tiempo de carga demasiado elevado que lleva a los usuarios a abandonar una página antes de consumir el contenido que está alojado en ella.

Y, también, para detectar posibles problemas de usabilidad como, por ejemplo, la incorrecta visualización de una web en diferentes dispositivos móviles.

Por último, debes saber que la tasa de rebote afecta al directamente posicionamiento SEO de una página web. Si Google detecta que los usuarios no interactúan con el contenido que está presente en una página y que el tiempo de permanencia es bajo, irá rankeando dicha página en posiciones inferiores paulatinamente.

¿Cómo calcular la tasa de rebote?

La tasa de rebote se calcula con una fórmula muy sencilla:

Sesiones de una página / nº total de sesiones x100

Así de fácil. De hecho, es una métrica que Google Analytics ofrece por defecto a los usuarios. Esta herramienta permite conocer la tasa de rebote:

  • Analizando el sitio web en su conjunto.
  • De los diferentes canales empleados para llevar tráfico a la web.
  • De cada fuente o medio.
  • Analizando el porcentaje de rebote de una página concreta.

Excepciones a la hora de interpretar el porcentaje de rebote web

De todas formas, debes tener en cuenta algunas excepciones a la hora de establecer un KPI en cuanto a la tasa de rebote de tu sitio web:

  • Las conocidas como one page son webs que solo tienen una página de destino. Así que, al no poder navegar a otras páginas, por defecto van a tener una tasa de rebote alta. Por lo tanto, en estos casos debemos valorar otros factores como el tiempo de permanencia en página o las conversiones para evaluar el rendimiento de dicha web.
  • Valorar qué páginas tienen un alto porcentaje de rebote. Si, por ejemplo, se trata de posts del blog a los que enlazas a través una newsletter y a los que los usuarios acceden a través del enlace que envías a tus suscriptores. O si, por el contrario, provienen de backlinks de otras webs o medios que enlazan a tu página.
  • Poner especial atención a los datos de las landing pages que empleas para las campañas de publicidad en buscadores o en redes sociales. Una tasa de rebote alta, en estos casos, es un indicador de que no está funcionando como debería.

¿Cuál es la tasa de rebote aceptable en una página web?

Ahora que ya sabes qué el porcentaje de rebote web, ¿cómo determinar si esta cifra es alta o baja? ¿Qué entendemos por una buena tasa de rebote?

Es probable que, tras leer el artículo, ya sepas la respuesta: depende. Y es que definir qué es una buena tasa de rebote depende de factores como:

  • El tipo de página. No es lo mismo un blog que un medio online o un eCommerce.
  • La página en concreto dentro de la web de la que estamos midiendo la tasa de rebote. No es lo mismo medir este porcentaje de una página informativa que otra que sí busca la conversión del usuario.
  • El canal a través del cual lleva el tráfico a la web.

De manera general, podemos decir que una tasa de rebote aceptable sería, de promedio:

  • En torno al 20% en landing pages.
  • Del 20 al 40% en webs corporativas y tiendas online.
  • Del 60 al 80% en blogs y medios online.
  • En torno al 80% en one pages.

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¿Cómo reducir la tasa de rebote web?

Sigue estas 7 estrategias para mejorar la tasa de rebote de tu web:

Vamos a ver cada uno de estos aspectos con más profundidad.

Céntrate en tu público objetivo

Esto, quizá, puede resultar muy obvio. Pero, en ocasiones, vemos páginas que publican contenidos en su blog que no está 100% relacionados con su actividad o los intereses de su target.

Realizar un análisis de palabras clave relevantes para tu negocio y redactar contenido en torno a este universo es clave para mejorar la tasa de rebote de una web.

Mejora la usabilidad de tu página

Una página poco amigable para el usuario siempre tendrá una tasa de rebote más elevada. Por ello, debes apostar por la revisar la usabilidad de tu web y, para ello:

  • Revisa el tiempo de carga de tu web y verifica que no es demasiado elevado como para generar abandonos antes de que cargue correctamente. Para ello, puedes usar una herramienta para hacer un test de velocidad web.
  • Supervisa que la página es responsive y se visualiza correctamente en los diferentes dispositivos y que el contenido sea fácilmente legible.
  • Apuesta por tener una web segura para los visitantes.
  • Revisa la existencia de errores técnicos en aquellas páginas que tengan una tasa de rebote más elevada.
  • Facilita la navegación por la página web, de manera que el usuario pueda acceder de manera sencilla a los contenidos que está buscando.
  • Apuesta por un diseño limpio y claro que genere una buena experiencia de usuario.
  • Evita elementos que dificulten la navegación. Por ejemplo, banners demasiado grandes o mensajes pop-up que empeoran la experiencia de usuario.

Trabaja la estructura del contenido

¿Alguna vez has entrado a una página web o blog y has encontrado un bloque de texto que te ha abrumado?

La estructura de los contenidos es vital a la hora de captar la atención del usuario y evitar que abandone una página.

Para ello:

  • Facilitar la legibilidad es clave. Apuesta por crear párrafos cortos y evita las frases demasiado largas.
  • Usa enumeraciones o listas para clarificar conceptos.
  • Apóyate en imágenes atractivas y destaca bloques de texto.
  • No te olvides de jerarquizar los contenidos para facilitar su lectura.

Revisa los contenidos de tu web de manera periódica

Es muy fácil que, en la actualidad, un contenido se quede desfasado. Analizar la tasa de rebote tanto de las páginas de la web como de algunas palabras clave es fundamental para entender qué contenidos no están siendo eficaces. Y, así, actualizarlos y responder a la intención de búsqueda de los usuarios.

Además, debes revisar también los títulos y las meta descripciones de tus páginas. Adecúalos al contenido que el usuario va a encontrar para reducir la tasa de rebote web.

Trabaja el copy de tu web

Puede que tengas el mejor contenido del mundo en tu web: el más documentado, el más completo. Pero sin textos que atraigan la atención de los usuarios, de poco sirve.

Trabaja el copy de tu web, desde las páginas informativas a las fichas de producto, y reduce la tasa de rebote de manera considerable.

Apuesta por el enlazado interno

Una manera de bajar el porcentaje de rebote web es apostar por realizar un buen enlazado interno. De esta manera, puedes animar a los visitantes de tu web a:

  • Visitar posts del blog relacionados, especialmente si publicas contenidos que requieran de cierto itinerario para poder entender la temática de manera global.
  • Ver otros productos relacionados de tu tienda online.
  • Descargar un lead magnet que hayas alojado dentro de página.

Incluye llamadas a la acción en tu página

Las llamadas a la acción -CTA o call to action- son claves para dirigir a los usuarios a través de la navegación y guiarles hacia tu objetivo como empresa.

Crea CTA claros y sencillos que inviten al usuario a registrarse en un formulario, realizar una compra o visitar otra página de tu web.

Últimas conclusiones

Como ves, la tasa de rebote es un indicador clave para entender cómo está siendo el funcionamiento de tu página web.

Analizarlo junto con otras métricas como el tiempo de permanencia en página o el scroll que realiza el usuario es clave para poder entenderlo de manera precisa. Y, como no, optimizar la presencia online de tu negocio.