Cuando quieres poner en marcha tu propio negocio o llevar a cabo un plan de expansión en tu empresa, no basta solo con tener una idea, tienes que ser capaz de plasmarla sobre el papel. Es decir, tienes que saber hacer un plan de empresa.
¿Por qué? Es simple. Un plan de empresa bien redactado y bien estructurado puede convertirse en una herramienta clave para el desarrollo inicial de tu negocio.
Es, por lo tanto, un documento de referencia. Te servirá para atraer a nuevos socios o colaboradores, inversores e incluso algunas instituciones públicas puede que te lo pidan para alguna subvención o ayuda.
Si no sabes por dónde empezar, no te preocupes: estás en el sitio perfecto. Vamos a ver cómo desarrollarlo paso a paso. ¡Empezamos!
*Artículo con contenido actualizado en 2023
¿Qué es un plan de empresa?
Un plan de empresa es un documento que recoge toda la información relacionada con tu idea de negocio.
En él se analiza la viabilidad técnica, económica y financiera de tu proyecto. Además, establece un plan de acción: recoge todas las estrategias y procedimientos necesarios para llevarlo a cabo.
Además, describe y analiza las oportunidades con las que cuenta la empresa en el sector en el que se encuentra.
¿Para qué sirve?
Si tienes una pequeña empresa o tienes en mente una idea de negocio, estudiar todas las variables que pueden afectar te aportará información sobre la viabilidad de la misma.
No tenemos que referirnos siempre al hecho de emprender, también sirve para conocer evaluar una estrategia si. Por ejemplo, si queremos lanzar un nuevo producto o abrir una nueva línea de negocios.
Además, un plan de empresa es la carta de presentación de este proyecto ante el resto de la gente. Ya sé que no es útil ni para tus clientes ni nadie que no tenga relación con tu negocio, pero… ¿y si estás buscando nuevos socios o inversores? ¿Y si te lo solicita alguna institución pública para algún acuerdo, ayuda o subvención?
¡Ojo! A diferencia de lo que muchos piensan, no es lo mismo un plan de negocio que un plan de empresa.
¿En qué se diferencia un plan de negocio de un plan de empresa?
Un plan de negocio es documento en el que se recoge la situación actual del mercado, el proyecto y las condiciones para arrancar y el progreso del mismo.
Además, puede servir para establecer objetivos de a dónde se quiere llegar, pero este documento se realiza cuando la empresa todavía no está establecida.
De hecho, en los planes de negocio, se recoge también la información relacionada con el proceso de constitución de la empresa y los requisitos para ponerla en marcha.
Básicamente la diferencia radica en que un plan de negocio se elabora sobre un proyecto que está arrancando o a punto de lanzarse, mientras que un plan de empresa suele hacerse sobre un negocio que ya está en funcionando con el objetivo de alcanzar nuevas metas, crecer o expandirse.
Pese a esta diferencia, la estructura de cada uno de estos dos documentos es muy similar. Lo importante es que cuando lleguen a la mesa de las personas que tienen que leerlo, no lo dejen para más tarde.
Es importante que despierte su interés, y esto puedes conseguirlo con un buen diseño, evitando un lenguaje demasiado técnico y, cómo no, yendo directamente al grano.
Cómo hacer un plan de empresa paso a paso
Existen muchas herramientas que te ayudan en la creación del plan de empresa, por ejemplo, Plan de empresa elaborada por La Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa (DGIPYME). Es totalmente gratuita y muy fácil de utilizar.
Eso sí, si quieres algo personalizado y que llame la atención de quienes lo van a recibir, te recomiendo que tú mismo elabores el tuyo.
Sé que no es algo fácil de hacer, y menos si no estás acostumbrado a manejarse con estas tareas, pero seguir una estructura similar a la que te mostramos a continuación puede ayudarte a crear el tuyo sin problemas:
- Presentación del proyecto.
- Descripción del producto.
- Proceso de producción.
- Plan de marketing.
- Aspectos formales del proyecto.
- Viabilidad financiera.
- Recursos humanos.
- Incluye anexos para reforzar tu discurso
1. Presentación del proyecto
Hay muchos inversores que nunca han trabajado o desconocen por completo los sectores en los que van a invertir. Lo único que necesitan es conocer que el proyecto sea viable y asegurarse de que va a ser rentable.
El plan de empresa es la herramienta perfecta para ello. Lo primero que debes incluir es un resumen ejecutivo que comunique de forma eficaz qué hace tu negocio. Este componente es clave a la hora de generar el interés necesario para que continúe explorando el documento.
Además, la descripción de tu empresa y explicar a qué se dedica o el sector en el que se mueve. Reflexiona sobre tu modelo de negocio, quiénes son tus clientes potenciales y qué problemática específica de tu público objetivo resuelves.
No te olvides de incluir la misión, visión y valores de tu empresa.
Como hemos dicho, este documento no tiene necesariamente que hacerse para un proyecto que está naciendo o una idea de negocio. De hecho, puede realizarse para una estrategia de expansión, por ejemplo.
En este caso, es importante mencionar el recorrido de tu empresa. Es decir, en qué punto se encuentra ahora y cómo has llegado hasta aquí.
2. Descripción del producto
Ahora llega el momento de explicar tu producto o la idea que tienes. Debes incluir aspectos tales como el concepto, cómo surgió y las ventajas y características principales. ¿Qué ofreces? ¿A quién va dirigido? ¿Qué beneficios aportas? ¿Cuál es tu valor diferencial?
Asegúrate de dedicarle todo el tiempo necesario a esta sección y toda todos los puntos fundamentales que hemos citado.
Al fin y al cabo tu producto o tu idea de negocio es la que quieres promocionar y tienes que asegurarte de que se entienda bien.
3. Proceso de producción
Otro de los aspectos clave a la hora de crear un plan de empresa es tener en cuenta todo el proceso productivo que la rodea.
Describe el proceso de producción o de prestación del servicio (no tiene porqué ser necesariamente un producto físico lo que vendes). Indica qué tecnología utilizas, si tienes acuerdos con agentes o empresas externas a la tuya o los proveedores que utilizas -por ejemplo, para recibir asistencia técnica-.
Créeme que esto puedes trasladarlo a cualquier tipo de negocio.
Por ejemplo, si eres desarrollador web y tu negocio se basa en crear y mantener webs de WordPress, en esta sección deberías incluir la tecnología o software que utilizas y, por ejemplo, hacer mención a algún acuerdo que tengas con la empresa de hosting o precios especiales en el registro de dominios.
4. Plan de marketing
Hace poco en nuestro blog ya te expliqué qué es un plan de marketing y cómo podías crear el tuyo. Ahora es el momento de ponerse manos a la obra.
Esta sección está dirigida a realizar un análisis completo de tu empresa y de los objetivos. Es decir, a dónde quieres llegar y qué estrategia vas a seguir para conseguirlo. No te olvides de incluir:
- Análisis del mercado: Analiza la situación social, política y económica en la que actúa tu empresa. Define tu público objetivo, analiza tu competencia y, por supuesto, analiza tu empresa también. Un análisis DAFO (debilidades, fortalezas, amenazas y oportunidades) puede ayudarte a conocer un poquito mejor todos estos aspectos.
- Objetivos: ¿A dónde quieres llegar? ¿Qué objetivos pretendes alcanzar con tu empresa? ¿Qué oportunidad de negocio has encontrado gracias al análisis realizado? Recuerda el concepto SMART a la hora de establecerlos, es decir, tienen que ser específicos, medibles, creíbles, relevantes y han de tener una fecha límite para poder conseguirlos.
- Estrategias o acciones a realizar. ¿Cómo vas a conseguir los objetivos marcados? Es hora de pasar a la acción y definir qué estrategias vas a llevar a cabo en tu empresa.
5. Aspectos formales del proyecto
¿Qué aspectos legales pueden afectar al desarrollo de tu empresa? ¿Necesitas alguna autorización o permiso para desarrollar tu nuevo plan?
No te olvides de incluir cualquier aspecto legal que puede influir en la actividad normal de tu empresa. Y, si estás empezando, la forma jurídica que quieres adoptar, obligaciones laborales que has de cumplir o seguros que debes contratar.
6. Viabilidad financiera
Nadie invertirá en tu proyecto si la rentabilidad o el ROI no va a ser positivo. ¿Qué quiere decir esto? Básicamente que si los inversores o posibles socios no van a ganar dinero con tu proyecto, pensarán en otra empresa o startup en la que invertir. Así que, aplícate en esta sección o busca ayuda de un profesional si lo necesitas.
Recuerda estos tres puntos básicos:
- Si la empresa ya está en desarrollo, debe estar generando beneficios.
- La inversión debe ser igual a la financiación.
- La tesorería de la empresa debe ser positiva, es decir, debe ser capaz de afrontar todos los pagos que tiene comprometidos.
7. Recursos humanos
No es algo que se incluye en todos los planes de empresa, y mucho menos en los de negocio ya que la idea todavía está sin desarrollar. Pero si cuentas con capital humano que aporta gran valor a tu organización, ¿por qué no resaltarlo?
También si tienes entre manos un proyecto de expansión este apartado puede servirte para definir el perfil y el número de personas que necesitas contratar, conocimientos. experiencia o aspectos más formales de tipo laboral (contrato, convenio) que vas a aplicar.
8. Incluye anexos para reforzar tu discurso
A la hora de escribir tu plan de empresa, es importante que sostengas tu discurso en datos veraces que respalden tu proyecto. En estos anexos, puedes incluir:
- Currículums de los miembros clave del equipo.
- Documentación respaldando la investigación y análisis de mercado.
- Documentos legales, como escrituras de incorporación, patentes o marcas registradas.
- Materiales de marketing.
- Testimonios de clientes o case studies. En el caso de nuevas empresas sin experiencia directa, puedes incluir hallazgos de investigaciones o focus group.
- Prototipos de productos o pruebas de laboratorio, si están disponibles.
- Cualquier otra documentación de respaldo relevante referenciada en el cuerpo principal del plan.
Este apéndice fortalecerá la credibilidad de tu plan de negocios al proporcionar evidencia concreta y respaldo documental.
Tipos de planes de empresa
Existen tres variantes fundamentales de planes de negocios: el tradicional, el de una sola página y el plan sin ánimo de lucro.
Aunque este artículo se enfoca principalmente en el formato más común, el plan tradicional, es valioso conocer los elementos distintivos de otros enfoques.
Tradicional
El formato tradicional ofrece una descripción minuciosa del negocio y resulta útil al presentarse a inversores o prestamistas.
En un plan tradicional, se espera que se escriba en mayor detalle. Algunas empresas podrían optar por iniciar con un plan tradicional y luego crear una versión más concisa para funciones específicas.
De una página
El plan de empresa de una sola página es una versión simplificada del plan tradicional. Incluye los elementos clave del negocio como el análisis de mercado y las previsiones de ingresos.
Sin fines de lucro
El plan de negocios sin fines de lucro comparte similitudes con el tradicional, pero naturalmente se diferencia al incluir elementos esenciales para gestionar una organización sin fines de lucro.
En su redacción, es probable que incorpores todos los elementos del plan tradicional, junto con aspectos específicos como recaudación de fondos, desarrollo, gobernanza y aspectos financieros.
Este tipo de plan puede incluir investigaciones locales para respaldar el análisis de mercado, destacando la necesidad pública que tu organización sin fines de lucro busca abordar. Tu objetivo es demostrar la relevancia y la demanda de tu causa en la comunidad que sirves.
Consejos para redactar un plan de negocios para pequeñas empresas
Antes de comenzar a redactar tu plan, lee estos consejos que pueden no ser tan obvios.
Utiliza una plantilla
Los planes de negocios no son algo nuevo, ¿entonces por qué no empezar con una plantilla probada y comprobada? Posteriormente puedes personalizarla en base a tu proyecto empresarial, pero emplear una plantilla puede darte una base y una estructura sólida.
Escribe para ti, no solo para inversores
Tu plan de negocios te pertenece. Es más que un documento; es tu oportunidad de organizar ideas y plasmar visiones en papel. Al completarlo, debes tener una hoja de ruta sólida hacia el éxito. Aunque debes tener en cuenta a tu audiencia e inversores, no olvides cumplir tu propio propósito. Recuerda los distintos formatos de planes de negocios; puedes comenzar con uno tradicional para ti y luego proporcionar a los inversores la versión más reducida.
Demuestra tu propuesta de valor
Es probable el mercado al que quieras entrar ya esté saturado. Por ello, debes aclara qué hace que tu negocio sea diferente de la competencia y explicar por qué los clientes deberían elegir tus productos o servicios.
Utiliza datos concretos y ejemplos
Convierte tus aspiraciones en algo tangible y alcanzable. Deberías respaldar tus ideas con datos y ejemplos del mundo real. Esta evidencia, tanto para ti como para los inversores, valida la viabilidad de tu negocio.
Sé realista en tus proyecciones.
Escribe un plan realista. Aunque la optimismo es emocionante, la realidad debe reflejarse en tus proyecciones.
El realismo no solo beneficia mentalmente, sino que también reduce la presión sobre ti y tu equipo. Plantear objetivos alcanzables es clave para el éxito de un nuevo negocio.
Preguntas frecuentes
Aquí tienes las preguntas más frecuentes, respondidas.
¿Cómo redacto un plan de negocios simple?
Mantente enfocado, sé exhaustivo pero conciso y apunta a cubrir todos los aspectos importantes. Concéntrate en marcos de tiempo más cortos y sé realista con lo que puedes lograr. Confía en la investigación y en los datos para dar forma al plan.
¿Puedo redactar un plan de negocios por mí cuenta?
Sí, puedes redactar tu propio plan, pero si enfrentas áreas en las que no eres fuerte, considera obtener apoyo.
¿Cuál debe ser la extensión de un plan de negocios?
Busca crear algo exhaustivo pero conciso, apuntando a alrededor de 15 a 20 páginas.
¿Cuánto tiempo debería tomar redactar un plan de negocios?
Tomará unos días, pero requiere investigación y edición. Planifica al menos tres meses para el proceso completo.
¿Ya sabes cómo desarrollar tu proyecto empresarial gracias a este plan?
Hacer un plan de empresa no es una de las tareas más fáciles a las que te vas a afrontar en tu negocio, pero es totalmente necesario saber cómo se elabora y tener el tuyo propio.
En este post acabamos de ver una estructura básica y común a muchos planes de empresa, pero como sabes, cada organización es un mundo y, en función del sector en el que te mueves o del producto que ofreces, tu plan de empresa puede ser muy diferente a cualquier modelo o plantilla que consultes en Internet.
Sí, hay un montón de plantillas predefinidas, incluso herramientas online que te ayudan a hacerlo, pero mejor crea el tuyo propio. Haz que tu plan de empresa no sea como los demás, que destaque e intenta plasmar en él tu identidad corporativa. Es una forma de llamar la atención del que lo lee y opte por no darle carpetazo a esa idea o proyecto que tienes en mente.