¿Quieres saber un pequeño secreto del que la mayoría de blogueros no hablan? Llega un momento en el que todos queremos renunciar o, por lo menos, descansar de nuestro blog. Pero evítalo a toda costa, simplemente nos cansamos y nos frustramos. Hay un montón de situaciones que pueden llegar a agotarte y causar lo que me gusta llamar el burnout del bloguero, desde aislarte con tu portátil y tu taza de café hasta simple aburrimiento con el tema elegido, pero todo pasa.
Sigue leyendo si te encuentras en esta situación. Y si sientes que no hay vuelta atrás, espero que estas ideas te sean de ayuda para volver a enamorarte de tu blog.
Estás publicando demasiados posts o dedicando mucho tiempo a cada uno.
Lo entiendo, crear un solo post requiere mucho esfuerzo. Y si eres el único que gestionas tu blog, la presión vuelve cada vez que tienes que redactar uno nuevo. Si esto te suena, quizás deberías reducir la longitud de tus posts, publicar con menos frecuencia o dedicar menos tiempo a escribirlos.
Date un respiro.
Por ejemplo, ¿realmente es necesario publicar un post de 2.000 palabras tres veces a la semana? ¿O basta con redactar posts más cortos? También podrías publicar una o dos veces por semana en lugar de todos los días.
Tampoco es una buena idea editar cada post cinco o seis veces para que, al final, lo elimines y vuelvas a escribirlo desde cero. Es normal que quieras publicar contenido de calidad, pero ser demasiado perfeccionista es muy agotador.
Estás solo en todo.
Escribes los posts y haces las fotografías. Editas tu propio trabajo. Preparas los posts y una vez que los publicas, los difundes en las redes sociales.
Y estás cansado. Muy cansado.
¿Es hora de externalizar parte de la gestión de tu blog? ¿Has considerado utilizar un editor o buscar las imágenes en bancos gratuitos en lugar de hacerlas tú mismo?
Delegar tareas podría ser una solución sencilla que te permitirá tener más tiempo para centrarte en lo que realmente te apasiona de ser bloguero.
¿No puedes contratar a un ayudante ni siquiera a media jornada? ¡Ningún problema! Puedes buscar a alguien para un par de proyectos y, a medida que tus beneficios aumentan, puedes solicitar más ayuda.
He estado haciendo esto y, sin duda, me está ayudando mucho. Ya no saco mis propias fotos, sino que las compro en bancos de imágenes. Ya no gestiono todas mis redes sociales, y si lo hago, programo todas las publicaciones cuando tengo algo de tiempo. Incluso contrato a otras personas cuando la carga de trabajo es grande y necesito que me echen una mano para encontrar enlaces relacionados con la temática del próximo post.
A veces este pequeño apoyo es todo lo que necesitas para sentirte mejor.
Todo gira en torno a tu blog.
Ten en cuenta que si solo tuvieras un horario laboral de 9 a 6, volverías a casa cada día y recargarías las pilas. Cuando tienes un blog parece que siempre hay trabajo que hacer.
Muchos blogueros siguen trabajando durante el tiempo que deberían estar descanso de su jornada laboral normal.
Cualquier cosa en grandes cantidades puede llegar a ser monótono, y puede afectar a tu redacción, así como a tu mente. Tómate un descanso, ve a dar un paseo, a respirar aire fresco, acuéstate antes y descansa, etc. Haz lo que sea necesario para reponer fuerzas y creatividad.
Personalmente, pasé por un período difícil en 2015, cuando literalmente no pude escribir nada durante casi un mes. Por suerte, había preparado un montón de cosas antes y no tuve que sufrir la presión de publicar a tiempo en ese momento; pero hubiese tenido problemas si hubiera tenido que escribir mientras que mi mente estaba en blanco.
No pude escribir dos frases seguidas, y mucho menos escribir entre 900 y 2.000 palabras sobre un tema. ¿Quieres saber qué pasó después de ese mes? ¡Mi productividad se disparó! En menos de una semana conseguí escribir más de lo que tenía en las ocho semanas anteriores.
Cuando sientas que te estás excediendo, probablemente sea verdad.
Tomarse un descanso no es nada egoísta, es permitir que tu mente, cuerpo y espíritu tengan tiempo para recargarse. Y eso hace que sea mucho más fácil volver a enamorarte de tu blog.
La temática de tu blog te ha superado.
Esto es normal. Escribes muchos posts sobre el mismo tema una y otra vez y estás cansado. Ahora es el momento de tomar algunas decisiones difíciles.
¿Podrías publicar posts de invitados mientras te tomas una pausa? De esta manera, conseguirás contenido fresco para tu blog sin realizar mucho esfuerzo por tu parte. Puedes usar este tiempo de descanso para reflexionar. ¿Quién sabe? Puede que los blogueros invitados aborden la temática de tu blog de manera diferente, volviendo a encender tu pasión.
¿Podrías cambiar de temática para conseguir reactivar tu emoción? Muchos escritores atribuyen su sensación de burnout al hecho de que han escrito demasiado sobre el mismo tema. Si no eres capaz de encontrar una nueva temática que te apasione, ¿puedes, por lo menos, ampliar la actual?
Por ejemplo, si tu blog se centra en el ejercicio, tal vez puedes tratar el bienestar en general. Podrías escribir algunos posts sobre nutrición o meditación. No es necesario que cambies radicalmente de tema para que tu blog cambie de aire y tu pasión continue.
¿Deberías de publicar menos posts o tomarte un descanso solo para saber si tu interés sigue ahí tras un tiempo? Después de una semana o dos puedes encontrarte con que tienes una visión completamente nueva para tu tema.
¿O es hora de olvidarte de tu blog y empezar otro que te devuelva tu energía? Puedes incluso vender tu blog si tiene un volumen considerable de tráfico e ingresos.
El burnout del bloguero es real.
Recuerda que es completamente normal si te sientes agotado con tu blog de vez en cuando.
Sin embargo, si esa sensación persiste, puede que sufras el síndrome del burnout del bloguero. No te preocupes si decides tirar la toalla, pero espero que pongas en práctica estos consejos antes de hacerlo. Si has puesto todo tu corazón y tu alma en tu blog, ¿no crees que vale la pena intentar reavivar la pasión? Yo creo que sí.