En muchos casos, tener solo una página web principal no es suficiente para cubrir todas las necesidades de un negocio en crecimiento. Es aquí donde los subdominios juegan un papel importante, ya que un subdominio permite ampliar las funcionalidades de un sitio web sin necesidad de comprar nuevos dominios.
Esto los convierte en una excelente herramienta para organizar los componentes de una web, facilitando así su administración cuando se integran nuevas secciones o servicios específicos. ¡Y vamos a contarles cómo usarlos en su beneficio!
Qué es un subdominio
Un subdominio es una extensión del dominio principal que permite segmentar el contenido de un sitio web.
Entre los muchos ejemplos de subdominio que podemos mostrarles, aquí tienen uno de los más básicos: ‘blog.ejemplo.com’, donde ‘blog’ es el subdominio, mientras que ‘ejemplo.com’ es el dominio principal.
Y no, dominio y subdominio no es lo mismo. ¿Y cuáles son las diferencias entre un dominio y un subdominio? La más importante de ellas reside en la organización del sitio, ya que el dominio principal agrupa el contenido general, mientras que un subdominio permite crear secciones diferenciadas, como tiendas en línea, blogs o foros, manteniendo siempre una estructura clara.
Ventajas de utilizar subdominios en tu web
Usar subdominios ofrece diferentes beneficios que pueden potenciar la funcionalidad y la organización de la web de cualquier negocio.
- Permiten organizar contenido de forma separada, lo que mejora la experiencia de usuario y a la vez facilita la navegación.
- Los subdominios permiten posicionar diferentes partes del sitio en motores de búsqueda, sin interferir con el dominio principal.
- Con estos elementos, también es posible crear sitios para diferentes regiones o idiomas.
- Los subdominios pueden utilizarse para probar nuevas funcionalidades, antes de integrarlas en el sitio principal.
- Además, un subdominio dedicado a una tienda en línea puede separar transacciones y datos sensibles del resto de la web.
Cómo crear un subdominio
Crear un subdominio es fácil si tienen claros los pasos a seguir:
- Acceder a su cuenta de hosting e iniciar sesión en el panel de control de su proveedor.
- Ir a la sección de subdominios.
- Introducir el nombre que desean ponerle al subdominio.
- Elegir el dominio principal bajo el que se creará el subdominio.
- Configurar la carpeta raíz.
- Hacer clic en ‘Crear’, guardar los cambios y esperar unos minutos, quizás unas horas, para que los cambios en el DNS se propaguen.
Como ven, crear un subdominio es un procedimiento independiente a comprar un dominio, aunque eso no quita que, para poder crear uno, antes hayan tenido que adquirir el dominio correspondiente.
Por otro lado, el número de subdominios que podrán crear dependerá del plan de hosting del que dispongan. Muchos proveedores ofrecen entre 100 y 150 subdominios por dominio, pero algunos planes avanzados permiten generar aún más.
Usos comunes de subdominios
Lejos de tener un único uso, un subdominio puede emplearse con diferentes fines, ¡y estos son algunos de los más habituales!
- Tiendas en línea: Muchas empresas utilizan subdominios como ‘store.web.com’, para crear una tienda separada del sitio principal.
- Blogs: Sin duda, uno de los usos más recurrentes de un subdominio. Es normal encontrar construcciones como ‘blog.web.com’, para organizar contenido diferente al principal.
- Soporte o foros: Los subdominios como ‘support.web.com’ o ‘foro.web.com’, sirven para gestionar mejor áreas de soporte o comunidad.
- Versiones móviles: Algunas plataformas crean versiones móviles de sus sitios usando subdominios como ‘m.web.com’, como es el caso de Instagram.
- Localización geográfica: Negocios internacionales como, por ejemplo, los que operan en distintas zonas de Latinoamérica, suelen usar subdominios como ‘co.web.com’ o ‘mx.web.com’, para gestionar contenido en diferentes idiomas o regiones.
Cómo gestionar subdominios y optimizar su rendimiento
Gestionar subdominios implica la necesidad de configurarlos correctamente en el servidor y en el sistema de nombres de dominio (DNS). Sigan estos tips para que todo vaya sobre ruedas a la hora de trabajar con ellos:
- Organizar el contenido de forma lógica, evitando la creación innecesaria de subdominios para elementos que puedan agruparse bajo otros ya existentes.
- Comprobar que cada subdominio esté bien indexado y que no compita directamente con el dominio principal en términos de palabras clave, para evitar una posible canibalización que invalida ambas páginas.
- Mantener actualizados los enlaces, para que reflejen la nueva estructura del subdominio.
Sabiendo cómo funcionan los subdominios, y que gestionarlos de forma adecuada asegurará una mejor organización y un rendimiento óptimo tanto para los usuarios como para los motores de búsqueda, solo les queda aplicar lo aprendido y sacarles el máximo partido en sus propios proyectos. ¡Esperamos que todo esto les haya resultado de utilidad!