No ha habido un momento más importante para lo digital como hoy en día. El hospedaje web para empresas se ha vuelto crucial para impulsar cualquier negocio.
Tanto empresas como usuarios están migrando desde hace ya varios años a un ambiente digital que vive, hoy en día, un proceso de madurez sólido, pasando cada vez más tiempo e invirtiendo más dinero en infraestructura y publicidad en medios no tradicionales.
Tener una estrategia digital bien definida es un punto fundamental que impactará de manera importante a cada empresa, pero son las pequeñas y medianas empresas, las PyMEs, las que se han beneficiado cada vez más de este aspecto. El montar un negocio en línea hoy en día implica menos tecnicismos y se ha vuelto más accesible, por lo que es sólo cuestión de tiempo para que te decidas a abrir una página web y así darle presencia a tu empresa.
Y comienza la primera gran duda: ¿qué necesito? La respuesta es tan única como el ADN de cada negocio, ya que dependiendo del giro de tu empresa -y la complejidad de tus operaciones- deberás contar con un hospedaje web a tu medida. Aquí te daré 3 puntos importantes para que puedas decidir cuál es la mejor solución de hospedaje web para tu empresa, ya sea que esté en desarrollo o ya fuertemente consolidada.
Hospedaje web para empresas
1. Todo en un solo paquete
Tener el hospedaje para tu empresa es únicamente una de las piezas que hacen que un gran sitio web funcione. Procura poner a atención para que el paquete que contrates incluya todo lo que necesites para asegurar tu presencia en línea como registro y renovación de dominio, panel para manejo de archivos, cuentas de correo personalizadas, opciones de seguridad en línea o respaldo de bases de datos y archivos de tu sitio web.
Si bien puedes contratar cada una de estas por separado, no hay nada como tener todo en un solo lugar: vale la pena evaluar la tranquilidad de sólo tener que hacer un pago anual y asegurar que tu sitio web estará funcionando al 100% que estar vigilando fechas de vencimiento con distintos proveedores y/o arriesgarte a perder horas o días de actividad en tu sitio web por algún desliz en un pago.
2. Un hospedaje que crezca contigo
Tu PyME puede crecer a un ritmo diferente que otras -dependiendo de múltiples factores- y tu sitio web también deberá seguir este ritmo.
Quizá el número de visitantes diarios aumente constantemente gracias a tu estrategia digital o tenga picos fuertes dependiendo de ciertas temporadas de compra; quizás tus clientes requieran nuevas herramientas como un chat en línea para un mejor servicio, un área especial para clientes recurrentes o hasta un nuevo subdominio enfocado específicamente para la venta en línea.
Probablemente al principio tu sitio pueda manejarse con un CMS sencillo como Wordpress y después tenga que migrar a uno más avanzado para cubrir ciertas funcionalidades más exigentes a nivel tecnología.
Ya sea que la ampliación y capacidades de tu sitio sea planeada o una ocasión urgente, procura ver -antes de hacer cualquier contratación- uno o dos planes de hosting arriba del tuyo para ver a lo que podrías acceder en el futuro y contacta con tiempo al equipo de soporte técnico o ventas para que te asesoren como poder hacer estos movimientos.
Crear y madurar un sitio web es, como con todo negocio, algo que requiere fuertes inversiones de tiempo, estrategia y dinero. Toma un momento para analizar, pacientemente, cuál es la mejor opción a corto, mediano y largo plazo.
3. ¿Qué tan demandante es tu negocio?
Al igual que en la vida real, el hosting de tu sitio tiene un espacio determinado. Piénsalo como si necesitaras rentar un cuarto, departamento o casa para poder vivir.
Hay planes muy sencillos de hosting con servidores compartidos que se acomodarán perfectamente a las necesidades básicas de la gran mayoría de las empresas que requieran únicamente que sus usuarios consulten información acerca de sus productos.
Cosas como tener un catálogo con galería de imágenes, algún localizador de sucursales integrado en tu sitio o un formulario de contacto serán fáciles de implementar en el hospedaje más básico.
Sin embargo, hay empresas cuya naturaleza exige usar mucho más espacio y recursos. Por ejemplo, un sitio web editorial con una gran cantidad de videos que no estén alojados en YouTube o agencias que necesiten subir, almacenar y distribuir archivos más pesados a múltiples clientes al mismo tiempo, donde el manejo de estos volúmenes de información suele ser bastante pesado y tiene que ser destinado a un servidor dedicado, para evitar problemas o llamadas de atención de tu proveedor de hosting que serían inevitables en uno compartido.
Tomando en cuenta estos tres consejos básicos tienes un buen punto de partida para poder arrancar tu empresa en línea y desarrollar un plan de negocio exitoso para hacer crecer tu inversión, aprovechando el potencial ilimitado que tienen las diferentes tecnologías que existen gracias a Internet.