Entre los diversos usos y ventajas de tener una página web destaca este: ¡ser visto! Haz que te conozcan y atrae a más clientes con tus increíbles productos.
Tener presencia global es uno de los objetivos principales de cualquier empresa que desee crecer rápidamente. Gracias a la tecnología es posible que ocurra esto en un tiempo muchísimo menor del que se podía hacer antes de la revolución tecnológica, para la lograrlo necesitar contar con una página web para ser visto en la red.
Relevancia de una página web para tu negocio
A pesar de que un porcentaje muy bajo de los pequeños negocios tiene presencia en la red, la competencia es más dura de lo que te imaginas. Por consecuencia, debes tener muy claras tus estrategias de comunicación para enviar el mensaje correcto con las herramientas correctas. Debes tener una página web exclusiva de tu empresa y con características bien definidas.
Los beneficios de tener tu propia página web son más de los que te imaginas:
- Tendrás exposición las 24 horas, los 365 días del año
- Tu alcance puede llegar a ser global y traspasar fácilmente las fronteras de tu país
- El prestigio que ganarás será enorme porque tener una página web te hará ver como la empresa profesional que eres ante los ojos de tus clientes presentes y potenciales
- El posicionamiento que obtendrás, tanto en la red como en el mundo físico, se elevará dramáticamente podrás diferenciarte de tu competencia
- Podrás destacar el servicio al cliente y mantenerlo en las mejores condiciones porque estarás en contacto constante con ellos
- Podrás atender y resolver posibles crisis en tiempo real
- La ventaja más grande que puedes tener si agregas una tienda en línea a tu página web ahorrarás ciertos gastos que tendrías que solventar con una tienda física
Pasos para tener una página web
Para tener tu página web debes seguir algunos sencillos pasos. Lo mejor es que no necesitas conocimientos avanzados sobre programación, por lo que puedes crearla con algunas herramientas tú mismo.
Si de plano la informática no es lo tuyo puedes acudir a empresas profesionales que te asesorarán y tomarán en cuenta todas tus inquietudes para que el resultado final sea exactamente lo que deseas y necesitas. En cualquiera de ambos casos debes conocer el proceso.
Primer paso: el dominio
Primero tienes que comprar un dominio. El dominio es el nombre de tu página web. Con él se distinguirá de las demás en la red y dará presencia a tu empresa en el mundo virtual. Toma en cuenta que el dominio debe ser el nombre de tu empresa para evitar confusiones y, así, sea más sencillo que la gente te encuentre.
Si el dominio ya se encuentra en uso intenta con diferentes variantes o con una extensión de dominio diferente al que ya existe. La empresa en la que compres tu dominio debe ayudarte a hacer una búsqueda rápida para saber si el dominio que deseas comprar se encuentra libre o no. No te estreses: es una inversión que realizarás una sola vez.
Segundo paso: el alojamiento web
Una vez que ya tengas tu dominio deberás comprar un servicio de alojamiento: el departamento donde vivirá tu página web. Existen varios tipos de alojamientos y puedes escoger el que más le convenga a tu página web. Estos se diferencian, principalmente, por:
- La capacidad de almacenamiento
- El número de correos electrónicos que te proporciona
Y después… ¡Dale rienda suelta a tu imaginación!
Después de contar con estos dos pasos podrás enfocarte en el desarrollo y diseño web de tu página. Usa tu creatividad, pero también piensa en el usuario final: tus clientes. Procura que la página tenga las siguientes características y elementos:
- Información puntual de tu empresa
- Fácil navegabilidad
- Cromática (paleta de colores) adecuada a la identidad de tu empresa
- Gráficos, especialmente fotografías, de excelente calidad
¿Dónde publicar?
Si deseas darle forma a tu página por tu cuenta escoge un buen CMS (Content Management System): un gestor de contenidos para introducir textos, imágenes, videos y otros elementos en tu página sin las complicaciones de la programación. Estos CMS ya te ofrecen plantillas precargadas para que solamente te preocupes por producir, editar y publicar el contenido que deseas que los usuarios vean.
Tu mejor aliado: el diseño responsivo
Es muy importante que el diseño que elijas para tu página sea responsivo: que pueda visualizarse sin problemas en cualquier dispositivo: celular, tableta o computadora.
Por último, una vez que ya tengas tu página lista y en funcionamiento, pon especial atención al tipo de contenido que compartas en ella: de esto dependerá que aparezca en los primeros resultados de búsqueda sin tener que pagar por ello. Entre mayor contenido de calidad compartas, más tráfico de usuarios tendrás y, por consecuencia, serás altamente visible en la red sin invertir en publicidad.