Entendiendo qué es un hosting y cómo usarlo

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Equipo editorial GoDaddy

Qué es un hosting y cómo usarlo son dudas recurrentes actuales para quienes están buscando incursionar en Internet a través de un sitio web.

Este breve documento intentará dar luz a estos puntos desde una forma pragmática y sencilla: la intención es empoderarte.

Qué es un hosting

Antes que nada, un hosting es un lugar físico o virtual que aloja un algo. Ese “algo” puede ser una página web, bases de datos, emails, archivos, etcétera.

El hosting también es la compañía que lo provee y al que también puede llamársele alojamiento web, debe -idealmente- proveer los servicios para que tu sitio web pueda existir y esté siempre -o la mayor parte- del tiempo disponible y funcionando correctamente.

Cómo funciona un hosting

Dentro del hosting pueden estar, como mencioné antes, las bases de datos de un sitio web. Estas bases de datos sirven para que, cuando los usuarios de dicho sitio web o incluso tú mismo -si eres el dueño del sitio- necesiten hacer una consulta sobre la información almacenada en el hosting, esta arroje el resultado que está cargado en las bases de datos.

Qué debes buscar al elegir un hosting

El hosting que elijas debe contar con el servicio de correo electrónico, así como darte la facilidad de que puedas administrarlo creando cuentas de correos para tu negocio, garantizando que toda la información estará centralizada.

Cuando surge la pregunta: “¿en dónde está mi información?”, es importante que conozcas desde ahora que se encuentra en el hosting y, para explicar bien cómo es que esto funciona, me permitiré compartirte que muchos hostings replican su información en otros datacenters (lugar en donde están los servidores físicos que almacenan una página web), por cuestiones de seguridad.

Esta medida de protección evita que haya un solo punto posible de falla, permitiendo que la información esté respaldada en varios lugares. Luego entonces, varios hostings poseen servicio de backup o respaldo y permiten acceder al estado anterior en el que se encontraba el sitio web para recuperar un email borrado de forma accidental. O bien, si suceden cambios que no se deseaban implementar -pero se presentaron por algún error- simplemente se pueda regresar a la versión previa cuando así se requiriera.

Los hostings también deben proveer la disponibilidad de los sitios web los 365 días del año y las 24 horas del día. Es importante que sepas que tu página web esté siempre arriba y disponible, ya que de contar con un hosting que no tenga un servicio de disponibilidad excelente -o como también se le llama “tiempo de actividad”- puede llegar a perjudicar de una manera importante:

Los clientes no podrán utilizar el sitio web del que se trate y, con ello, se perderá credibilidad.

También quiero que sepas que otro de los servicios que debes exigirle a tu proveedor de hosting es el de almacenamiento de tiendas en línea.

El uso del hosting que elijas debe ser lo más exhaustivo posible para garantizar que la inversión en él sea aprovechada de la mejor manera. Si no utilizas el hosting al 100% puede pasar que no estés usando características que podrían venir muy bien para tu sitio web y negocio.

Visto lo anterior, asegúrate de mantener una comunicación constante y abierta con el proveedor de alojamiento web que elijas para que te asegures de que estás utilizando todos los recursos del plan que hayas adquirido y, en caso de que no sea así, puedas migrar fácilmente a un plan más sencillo.

Cómo usar un hosting

Ahora bien, ¿cómo puedes sacarle provecho al 100% a tu plan de hosting? Varios hosting tienen paneles de control a los cuales se puede acceder mediante el administrador del sitio quien, a su vez, accede por medio de un enlace web seguro al panel de control.

Este panel de control está alojado en el hosting y permite, de acuerdo con los permisos que tenga el administrador, acceder a determinadas partes del sitio: se pueden crear usuarios para controlar el sitio web, crear bases de datos para la administración de información y gestionar las cuentas de email que estén alojadas en el hosting.

De igual manera se puede modificar la página web y actualizarla. Todo lo anterior puedes considerarlo como el uso base que se le dará a tu hosting.

El mantenimiento del sitio web se realiza desde el mismo panel de control del hosting: desde ahí se puede agregar y remover contenido, borrar usuarios de correo, revisar la cantidad de espacio y tráfico que hay, entre otras cosas.

Sólo tienes que sentarte a utilizar el panel de control para que puedas familiarizarte con su uso y vayas descubriendo cuáles son los beneficios que te ofrece.

Una de las partes más importantes para revisar cómo está funcionando un hosting es consultar su parte de tráfico en las estadísticas. Esta herramienta que varios administradores no atienden es la que te puede decir qué elementos tienen éxito en tu sitio web y cuáles no tanto.

La posibilidad de saber cuánta gente accedió a tu web y en dónde estuvieron al visitarla, hasta cuánto tiempo permanecieron te dará real perspectiva sobre cómo ajustar tu sitio web, tienda en línea o página online.

Los hosting aceptan varias tecnologías tanto de motores de base de datos, clientes de correo y sistemas operativos de la gente que realiza consultas en ellos. Siempre hay que entender que al principio puede ser un poco cuesta arriba la administración y las consultas, pero es parte de aprender a administrar un hosting y darle el mejor uso para el negocio.

Ningún artículo sobre qué es un hosting y cómo usarlo estaría completo si no incluye una buena recomendación: a modo de conclusión te sugiero que, si ya posees un hosting, investigues cuáles son todas las posibilidades que te ofrece para que puedas obtener el máximo desempeño y, por otro lado, si aún no lo obtienes, entonces te invito a que busques al registrador de dominios más grande del mundo y conozcas los planes de hosting que ofrece.

Se trata de la oferta más completa que podrás encontrar hoy por hoy, así como de la que te ofrece la mejor relación entre valor y precio.